Si el Mallorca gana al Osasuna ya se puede olvidar de todos los resultados del Cádiz, Celta y Rayo. Hoy, a las 19.30, el equipo de Javier Aguirre tiene su primera oportunidad para cerrar la salvación en El Sadar. Una ocasión única para sellar la permanencia de una forma oficiosa porque si el Cádiz ganara en campo del Sevilla, matemáticamente no sería oficial. Porque siempre cabría la mínima posibilidad de que el Cádiz lo ganara todo por goleada y el Mallorca perdiera por varios goles de diferencia. Improbable, pero no imposible. Aunque casi. 

No es una final. Sí una buena oportunidad, sobre todo después de vencer el sábado pasado a Las Palmas casi dos meses después. Aunque los bermellones afrontan el partido con las bajas seguras por acumulación de amarillas de Valjent y Muriqi, más un futbolista tocado del que Aguirre no ha querido mencionar su nombre. Estas dos ausencias pueden ser reemplazadas de bastantes maneras diferentes. O bien hombre por hombre y tocar lo menos posible el once y el sistema o bien, cambiar varias cosas. 

Como el dueño del puesto de central diestro. Allí puede jugar Nastasic o poner a Gio González e introducir a Maffeo o Nacho Vidal en el carril derecho. Con la baja de Muriqi pasa lo mismo. Si entra Abdón por el kosovar mantiene el sistema, pero pueden entrar Darder, Morlanes o Radonjic por el 7 mallorquinista y cambiar a un 5-4-1. Dos bajas, múltiples soluciones, eso tiene en la cabeza el preparador mallorquinista para cerrar la salvación cuanto antes. Lo único seguro son la entrada de los canteranos Pau Mascaró y Álex Woiski en la convocatoria. 

El equipo de Jagoba Arrasate, que está matemáticamente salvado, quiere mostrar una buena cara ante su público. Pues no ganan delante de ellos desde el 4 de marzo y el técnico quiere marcharse del club con el mejor sabor de boca posible. ¿Su futuro? Una incógnita de la que incluso habla Javier Aguirre. Aunque ese es otro capítulo. Y el Mallorca ya tiene la primera oportunidad para cerrar la salvación.