Apenas se cumple un año del milagro del Velòdrom les Illes Balears. Sin haber levantado un título nacional, Palma Futsal estrenaba su palmarés con el trofeo más preciado: la UEFA Futsal Champions League. La del pasado 7 de mayo de 2023 fue una conquista emocional. Ante el público mallorquín y derrotando a los gigantes portugueses (SL Benfica y Sporting CP). Por si fuera poco, la conquista europea llegaba desde el punto de penalti. El punto débil del equipo isleño: hasta nueve tandas de penaltis perdidas de forma consecutiva. Pero lo lograron. Lograron lo imposible. El título venía acompañado de la clasificación para la siguiente, la presente, edición de la Champions.
Desde aquel primer título, se teje una narrativa de sueños cumplidos y desafíos superados. La victoria inicial de aquel 7 de mayo de 2023 se erige como un faro, pero esta segunda se forja en las llamas del trabajo, el esfuerzo y la identidad como club. La primera la juegas. Los astros se alinean y una crisis política te permite albergar y organizar la Final Four en Palma. La ganas. Piensas que no se volverá a repetir. Que es algo único. Disfrutas del momento. En la presente edición, en el momento en el que Palma Futsal se mete en la Final Four, piensas «ya tenemos una, ¿por qué no podemos ganar otra?». El año pasado fue una ‘sorpresa’. La de este año ha sido una Final Four propia de un campeón. En semifinales, hay varios momentos en los que Palma estaba fuera. Estaban eliminados. Perdían 3-1. Expulsan a Ernesto a falta de diez minutos del final. Cuando Palma recuperó la igualdad numérica sin haber encajado gol, Luan Muller recorta distancias en el marcador. Ni tres minutos duró la alegría. Lúcio Jr culminó su hat-trick y colocaba el 4-2 a falta de 3 minutos de la conclusión.
Pero estos locos de verde pistacho decidieron que la del pasado viernes fuera una tarde noche histórica. En una lección de juego, una exhibición de competitividad, de convencerse a sí mismos de que el SL Benfica, un transatlántico que triplica el presupuesto balear, no iba a poder con ellos. Cuando Benfica ya saboreaba la Final, llegó el 4-4. Y así fue como un ejército de veteranos recién llegados y chavales sin experiencia en esta final a cuatro se conjuraron para llegar a los penaltis al menos, y allí, cara a cara, ya veríamos. Lo único que podía hacer Palma Futsal sobre el campo era esperar el golpe de gracia desde los lanzamientos de seis metros. Carlos Barrón dedicó sus oportunidades a no perder. Es de primero de ganar. ¿Y qué ocurrió? Que se ganó la tanda, que se ganó el partido y que el Palma Futsal, o lo que queda de él después de 50 minutos agónicos, estaba en la Final de la Copa de Europa. La segunda consecutiva. El vigente campeón tendría la oportunidad de defender su corona.
Siguiendo con el guion (ir)racional, en la Final se enfrentaría al Barça. El titán que domina con mano de hierro las competiciones nacionales. Bien lo sabe Palma Futsal. Hasta cuatro semifinales (dos de Liga, una de Copa de España y una de Copa del Rey) y dos finales (una de Liga y la otra de Supercopa) perdidas en los últimos cinco años ante el conjunto catalán. De nada sirvieron los quince minutos de asedio palmesano frente a un Dídac imbatible y endiosado. Un balón al espacio le bastó a Adolfo para adelantar a Barça en la final. Todo parecía indicar que esta final ante los azulgrana tendría el mismo desenlace que las dos anteriores.
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— UEFA Futsal (@UEFAFutsal) May 5, 2024
Pero tres veteranos, que además dos de ellos saben que difícilmente seguirán en el conjunto palmesano, decidieron cambiar el guion del encuentro. Primero, Rómulo con un voleón tras un saque de esquina preciso de Chaguinha. Luego apareció San Carlos Barrón. Otra vez protagonista. Otra vez dos paradas salvadoras. Esta vez los negados fueron Catela y Ferrao. Ninguno de los dos astros azulgranas fue capaz de batir al ‘león de la mezquita’ desde los diez metros. Y a escasos segundos de la conclusión del primer acto, Vilian entraba al 40×20 para una jugada a balón parado. El internacional por Georgia no lo dudó y con un zurdazo adelantó a Palma Futsal en la final. Fogonazos de jugadores que en su último (o penúltimo) baile te meten de nuevo en la final.
Durante el descanso, y sin saber si serían capaces de aguantar levantar la segunda, trataba de apreciar y valorar lo que estaban obrando los de Antonio Vadillo. Además de todas las bajas que tuvo Palma este pasado verano (Tomaz, Marlon, Cainan, Eloy Rojas, Mancuso o Dani Saldise), estaban por delante de Barça en la Final sin los lesionados Tayebi y Fabinho, sin el sancionado Ernesto y sin Moslem (desconectado del grupo tras más de un mes sin entrenar con el equipo por la disputa de la Copa de Asia).
En la reanudación, llegó el ejercicio de supervivencia balear. Ante un Barça volcado en ataque, la defensa mallorquina y la brillante actuación de Luan Muller se impuso. Las ocasiones más claras para los dirigidos por Jesús Velasco llegaban con ataques rápidos. Una de las más claras fue la de Touré. El internacional francés superó al portero palmesano. Pero no fue suficiente. Su derechazo se estampó con el poste. La suerte del campeón. Más tarde sería el propio Luan Muller. Ante ‘su’ público, el internacional armenio con una fantástica estirada de palo a palo evitó el empate de Catela. Una acción que quedará para el recuerdo: ‘The Block’ de Luan Muller.
De nuevo Luan iniciaba una jugada que finalizaría Neguinho en el segundo palo. Llegaba el 1-3 a falta de seis minutos del final. Barça apostó por el juego de cinco. De nuevo se impuso la ordenada defensa de Palma. Lo que siguió después fue la estocada final. Expulsión de Sergio Lozano, gol de Chaguinha (1-4), que se erigió como MVP de la competición, y de Neguinho (1-5). Una auténtica locura. Lo han vuelto a hacer. Illes Balears Palma Futsal prolonga su reinado en Europa. Solo ellos confiaban en conseguirlo. Solo ellos saben lo que ha costado.
A más de cinco mil quilómetros de Mallorca, Palma emerge victorioso una vez más. La segunda consecutiva. Esta vez sin posibilidad de que los derrotados recurran a excusas para menospreciar o minimizar los éxitos de Palma Futsal. Son muchas circunstancias a las que se ha superpuesto el club. Presupuestarias, logísticas, físicas o psicológicas. Es en estas adversidades donde se forja el carácter de un verdadero campeón. Donde la determinación y la camaradería se erigen como pilares fundamentales. Gesta histórica. Hito incontestable. Equipo de leyenda. Como bien resume el técnico Antonio Vadillo: con esta segunda Champions serán eternos. «Seremos recordados de por vida en este deporte».