El Mallorca solo tiene un objetivo: sellar la permanencia cuanto antes. Esa es su única meta en el horizonte después de haber jugado una final de la Copa del Rey sin un último tramo de temporada estimulante. Primer rival: el Atlético de Madrid este sábado a las 21.00. 

A falta de cinco jornadas saca seis puntos al Cádiz, que marca el descenso, y visita el Santiago Bernabéu a las 16.15. Entonces, lo lógico es que pierda. Y sería una gran oportunidad para el equipo de Aguirre de aumentar la diferencia con el descenso en caso de  puntuar.

Los bermellones se enfrentan al Atlético de Madrid, un rival que se le da bien en Son Moix. En las últimas diez visitas han ganado seis veces, han empatado dos y han perdido dos. Los dos últimos enfrentamientos han acabado de la misma, estampados con el sello Aguirre. Dos 1-0 marcados por Muriqi.

El Mallorca llega sin bajas. Con toda la plantilla disponible. Y con la eterna duda de Aguirre: un rocoso 5-4-1 o un 5-4-1 más alegre con Radonjic. Los últimos partidos de los bermellones invitan a salirse del guion y probar con Darder o Morlanes de titulares para tener más juego. Pero nadie sabe qué hará el Vasco porque en la isla preocupa más el futuro que el presente. El debate ya no es cuándo se confirmará una permanencia apalabrada, sino que la cuestión es dirimir quién será el preparador del primer equipo la próxima temporada. Una decisión que solo tomara cuando se certifique la salvación y todavía falta sellarla.

El Atlético llega con la obligación de puntuar para certificar cuanto antes su clasificación para la Champions el próximo año. El Athletic ganó ayer al Getafe y su distancia se reduce a tres puntos. Conseguir una unidad sería un buen resultado por dos razones. La primera, se presenta en Son Moix sin su estrella, Griezmann; y la segunda, cortar su mala racha de resultados lejos del Metropolitano.

Ambos equipos juegan un partido importante, no trascendental, en su pelea por conseguir sus objetivos. El Mallorca: sellar la permanencia cuanto antes. El Atlético: sellar su clasificación para la Champions también cuanto antes. Una batalla aguerrida con dos guerreros. El fútbol intenso, en su máximo esplendor en Son Moix.