Semana importantísima para el Balears. Tan solo queda una jornada de liga y su clasificación a los play-off no está certificada, jugándoselo todo en su visita al Viajes Interrías, su máximo rival por ese segundo puesto. Después de dos derrotas consecutivas, una victoria o un empate les serviría para clasificar a esa doble eliminatoria contra el segundo clasificado del Grupo 2 de Segunda RFEF. Sin embargo, perder significaría quedarse a las puertas y estar otro año en Segunda RFEF. En resumidas cuentas, es un todo o nada para el Balears.
Remontémonos dos jornadas atrás, cuando aún quedaban tres por jugarse. El Balears visitó al Real Madrid ‘B’, líder de la categoría, con la esperanza de sacar algo de Valdebebas, sabiendo que una victoria las metía incluso por la pelea por ese liderato. Las balearicas perdieron y vieron como las madridistas celebraban el ascenso directo a Primera RFEF. Aun así, la siguiente semana volvían a casa, a Son Malferit, donde tenían la oportunidad de certificar ese play-off. Ante el Oviedo, cuarto clasificado, volvieron a caer por 1-3, lo que, sumado a la victoria del Viajes Interrías, ponía esa zona alta patas arriba.
De esta forma, llegamos a esta semana, donde un solo punto separa a Balears y Viajes Interrías. El precedente invita al optimismo, ya que las de Txema Expósito ganaron a sus perseguidoras por 3-0 en Son Malferit, pero ahora el contexto es muy diferente. Se la juegan fuera de casa y con ambos sabiendo que quien gane -en el caso del Balears, el empate basta- se llevará el puesto en el play-off. La temporada de las balearicas está siendo muy buena ya de por sí, pero cerrarla de buena manera, ganando a su máximo competidor en la última jornada, sería una gran forma de afrontar la eliminatoria que las podría llevar a Primera RFEF, la segunda categoría del fútbol femenino español.
El play-off en Son Malferit, a puerta cerrada
La derrota ante el Oviedo en la última jornada no fue la única mala noticia que se llevó el Balears. Según ha confirmado esta tarde el club en un comunicado, en el caso de que el Balears se clasifique a play-off, lo tendrá que jugar a puerta cerrada después de unos incidentes con dos aficionados en el último partido. Además, el cierre de las instalaciones no será la única sanción que deberán cumplir, sino que además se les ha impuesto una multa de 2.000 euros.
En el caso de la cuantía económica, se debe a que «en los últimos minutos del encuentro un espectador tuvo un comportamiento de menosprecio o desconsideración grave a uno de los árbitros asistentes, expresados con relación a su origen racial o étnico«, según reza el comunicado del club. En el caso del cierre de Son Malferit, se produce porque «una vez finalizado el encuentro y recogido en el acta arbitral, otro espectador, que llevaba en su mano cuatro latas de cerveza, una vez que el árbitro abandonaba Son Malefrit, tuvo contra él un comportamiento hostil amenazándole con frases como ‘ahora vas a llorar tú’, insultándole con palabras tales como ‘hijo de puta’ y siguiendo al árbitro con una actitud hostil acompañado de otros«.