La semana pasada salió en el diario Marca el dato de que Muriqi, Abdón y Larin llevaban ya varios meses sin marcar en la competición liguera. Queda claro que tienen que dar un paso adelante para parecerse, al menos Muriqi y Abdón, a aquellos que empezaron la temporada con 5 goles cada uno. Larin es otro caso, aunque conviene darle tiempo. Por tiempo entiéndase una temporada más. Solo el Cádiz, con 21 goles, suma menos goles que el Mallorca, y esto teniendo en cuenta la contribución ofensiva de Raíllo.
De todas formas, la cuestión es que ni siquiera parece esta falta de gol achacable únicamente a los delanteros. Llevamos muchos partidos viendo como la casi única forma de crear peligro es a balón parado o con algún disparo lejano. Sin ir más lejos, el pasado sábado ante el Madrid, el Mallorca tuvo algún tramo del partido en el que se instaló en campo rival, pero la sensación es de no saber que hacer llegados a ese punto. Se abusa del centro lateral, que tiene sentido sobre todo cuando Muriqi está en el área, pero esos centros no están siendo de calidad.
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— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) April 14, 2024
Aguirre ha probado esta temporada casi todo, le dio un vuelco a la libreta a principio de temporada dibujando un 4-5-1 y va alternando en muchas ocasiones con el 5-3-2 y el 5-4-1. Queda claro que la línea de 5 atrás hace muy fuerte al Mallorca y le otorga competitividad, pero la tarea pendiente está cuando se adelantan las líneas.
El Mallorca echa mucho de menos a Kangin Lee, el coreano era el jugador diferente en ataque y este año la esperanza era Sergi Darder, que si bien viene mejorando se ha quedado algo corto esta temporada. Tan solo alguna conducción de Dani Rodríguez rompe con lo establecido y genera peligro y la llegada de Radonjić, que es tan desequilibrante como mal tomador de decisiones, no ha solucionado tampoco la papeleta.
El descenso está todavía a seis puntos y nadie en la isla está apurado, el equipo parece superior a los que están por debajo suyo y tiene un gran nivel de competitividad en todos los partidos. Sin embargo, los bermellones no pueden despistarse en defensa, pues un bajón en términos defensivos sí que empezaría a poner en aprietos a los de Aguirre, que tiene que seguir trabajando para encontrar una fórmula ofensiva que le funcione.
