El Mallorca cae 0-1 ante el líder en un partido gris de los de Aguirre, que estuvieron faltos de ideas en campo contrario y vieron como un disparo con rebote incluido de Tchouameni le bastó al Madrid para llevarse tres puntos de Son Moix.

Aguirre volvió al 5-4-1 y Maffeo volvió a la titularidad. Once habitual y sin sorpresas ante los de Ancelotti, que rotó y dejó en el banco a Vinicius, Rodrygo, Kroos y Carvajal. Los compases iniciales del partido fueron un monólogo de posesión del Real Madrid, que no incomodaba para nada a la defensa bermellona salvo con alguna internada de Brahim, que llevaba el peso ofensivo de los suyos. El Mallorca buscaba salir rápido con los carrileros y conectar con Muriqi o Dani Rodríguez. A través de un córner, claves esta temporada para los bermellones, llegó la primera ocasión clara del partido. El centro de Dani hacia el segundo palo encontraba la cabeza de Raíllo, que conectó un buen cabezazo que repelió Lunin a pesar de todos los jugadores que podían imposibilitarle ver el esférico. A partir de ahí el Madrid despertó y se instaló en campo rival, donde Bellingham avisaría con un disparo desde la frontal del área que se estrelló en el travesaño. Los de la capital no encontraban forma de hacer daño y el Mallorca se quedaba sin ideas cuando llegaba a tres cuartos de campo. Al descanso, 0-0 tras una primera parte muy discreta y ordenada de ambos equipos.

El paso por vestuarios espoleó a un Madrid que primero avisó y tan solo a los cuatro minutos se adelantó en el marcador con un disparo lejano de Tchouameni que tocó en Antonio Sánchez para coger dirección a la escuadra. Rajković no tuvo ninguna opción y el líder se adelantaba en Son Moix. El Mallorca amagó con reaccionar y tuvo unos buenos minutos tras el gol, pero rápidamente Modrić y Bellingham se pusieron el mono de trabajo para recuperar el dominio del partido. A medida que pasaban los minutos el Mallorca salía poco a poco de su cueva y dejaba espacios que el Madrid, errático, no supo aprovechar. Aguirre vio que se podía rascar un punto y metió a Abdón, que se llevó una gran ovación por parte de Son Moix, a Darder y a Mascarell en detrimento de Antonio, Samu Costa y Morlanes. Los cambios adelantaron la línea defensiva del Mallorca, pero el Madrid se encontraba cómodo defendiendo y saliendo al contraataque. Ancelotti lo detectó y dio entrada Vinicius y a Camavinga para explotar esos espacios. Pudo finiquitarlo el Madrid en varias contras, pero no estuvo especialmente inspirado y los minutos pasaban con una ventaja muy corta. El Mallorca no encontraba huecos en la defensa blanca y solo Darder, con una volea espectacular, puso en aprietos a Lunin, que hizo una gran parada y sacó el balón de la escuadra. El Mallorca acabó con tres delanteros, pero incomprensiblemente se centró poco y mal. El Madrid se fue con el susto en el cuerpo después de que en la última del partido a Lunin se le escapara el balón cayéndole a Muriqi, que remató en semi fallo e incordiado por el portero ucraniano mandándola fuera.

Al final del encuentro victoria por la mínima de un Madrid al que le bastó con muy poquito. El Mallorca tendrá que esperar para redimirse de lo de Sevilla esperando que los de debajo sigan sin acercarse.