La semana pasada, el mundo del futsal se vio sorprendido por la noticia de que Salar Aghapour, el talentoso ala internacional iraní de 24 años, dejaba el Mallorca Palma Futsal. Este inesperado giro en su carrera deportiva ha generado un revuelo entre los seguidores del deporte, ya que Aghapour abandona el club por motivos personales de carácter familiar. A pesar de haber firmado un contrato por tres temporadas el verano pasado, tanto el club como el jugador han llegado a un acuerdo amistoso para facilitar la partida de Salar, permitiéndole regresar a su país de origen. Esta decisión marca el abrupto final de la primera experiencia internacional de Aghapour, quien dejó Irán el verano pasado en busca de nuevos horizontes en Europa.
Hoy, 5 de abril, Salar Aghapour se abre en una entrevista con Fut5al.ir y arroja luz sobre los desafíos a los que se ha enfrentado durante su estancia en Palma. «España tiene la mejor liga de futsal del mundo. Tuve una situación muy buena en Palma, y me hicieron hueco en el equipo, pero no pude quedarme en España debido a razones familiares», declaró Aghapour en la entrevista. «La solicitud de visa de mi esposa fue cancelada, y tuve otros problemas familiares. Presenté mi problema a los directivos del club, y llegamos a un acuerdo mutuo de separación, por el que siempre estaré agradecido».
A pesar de este agrio debut en Europa, Aghapour piensa en volver en cuanto se resuelvan sus problemas. «Debido a problemas familiares, ahora mismo no puedo jugar fuera de Irán. En cuanto se resuleva este asunto, me gustaría volver a jugar en Europa. Tendremos que ver cómo avanzan las cosas, y esperanzadamente, los problemas se resolverán», expresó optimista.
De Salar a Moslem
En una línea similar, Moslem Oladghobad, compatriota de Salar Aghapour y también jugador de Mallorca Palma Futsal, insinuó la posibilidad de su salida a pesar de tener contrato hasta junio de 2025. Oladghobad citó los desafíos asociados a jugar en España, particularmente los problemas de visados pendientes para su familia, que le están afectado emocionalmente y logísticamente.
«Jugar en España tiene sus propias dificultades. He tenido problemas durante dos años. El visado de mi familia aún no está resuelto, es y ha sido muy difícil para mí estar solo y lejos de ellos», explicó Oladghobad. «Soy honesto contigo (el periodista). Estoy desanimado, y es posible que regrese pronto a Irán. Queda por ver qué sucederá en el futuro».
Las declaraciones de ambos jugadores destacan las complejidades que enfrentan los iraníes que juegan en España, especialmente en lo que respecta a problemas de visados relacionados con sus familia. Mientras que Aghapour expresa esperanza en un regreso a Europa una vez que se resuelvan sus asuntos personales, el futuro de Oladghobad en Mallorca Palma Futsal permanece incierto.