Pasan las jornadas y la situación del Atlético Baleares no mejora en absoluto. Tras la última derrota de los mallorquines ante el Mérida, el equipo de Juanma Barrero se coloca a siete puntos de la permanencia. Una distancia que es salvable en lo que resta de curso, pero que crea una sensación dramática entre todos sus aficionados. Desde el inicio del curso, con la primera crisis donde Tato fue cesado, la dirección deportiva liderada por Patrick Messow quedó completamente señalada. Los resultados no han ayudado en absoluto y la situación, en vez de mejorar, ha empeorado. Salvo alguna buena actuación del Baleares en el Estadi, las prestaciones del equipo no son suficientes para mantener la categoría.
La mala fortuna volvió a hacer acto de presencia en Mérida y ésta desencadenó en el primer tanto del partido para los locales. Félix Ofoli intentó despejar un balón que, despistó a Ramón Vila, y que Busi envió al fondo de la red. En la segunda mitad, los blanquiazules continuaron en su afán de revertir la situación. La vuelta de Pablo Muñoz y Alarcón por la izquierda dinamitó a un conjunto de Barrero en busca del gol. Tras una falta botada por Rochina, Campabadal fue el más listo de la clase y anotó su primer gol balearico. Aún así, poco duró la alegría. Elejalde culminó una contra que frustró todo el trabajo blanquiazul. Derrota ante un rival directo y que deja al Baleares en estado crítico.
De Mérida a Córdoba, el calendario del Atlético Baleares
Por si no fuera suficiente, el Baleares encadenará dos jornadas lejos de la isla. Si el Mérida era un rival directo para la permanencia y la historia no terminó de manera satisfactoria, el próximo domingo los de Barrero viajan a Córdoba para visitar al tercer clasificado del GII de PrimeraRFEF. Los andaluces no pierden un partido desde principios de enero, ante el Real Madrid Castilla. Tras ello, encadena ocho jornadas sumando -cinco victorias y tres empates-. Un contexto nada favorable para un Baleares que solo fue capaz de ganar lejos de la isla al filial del Granada, el pasado mes de noviembre.
El Atlético Baleares tiene por delante doce jornadas en las que debe ir a vida o muerte. Los últimos años están muy lejos de esas temporadas donde los mallorquines eran referencia en la categoría y luchaban por ascender a Segunda División. Ese tiempo ya pasó, y estar en PrimeraRFEF peligra. Un descenso, como el que se salvó en la última jornada de la pasada temporada en Logroño, sería catastrófico para el club.