«Iremos a Sevilla»: esta es la frase que más se está repitiendo estos días en las redes sociales entre el mallorquinismo. La mentalidad y la actitud de la afición recuerda a la remontada del Dépor, aquel día todos estábamos convencidos de que se iba a dar la vuelta a ese 2-0 de la ida. El Mallorca está ante una oportunidad única para meterse en su cuarta final de Copa del Rey. Después de 15 años, los bermellones se vuelven a encontrar a 90 o 120 minutos de alcanzar la gloria.
El encuentro de mañana es el partido de sus vidas para muchos de los futbolistas del conjunto bermellón. Seguramente no se hayan visto en una igual, y quién sabe si volverán a estar otra vez en esta situación. Jugadores como Raíllo o Abdón, que bajaron al barro para sacar al equipo de 2aB, ahora tienen la oportunidad de sus carreras para poder ganar un título grande.
Javier Aguirre ha repetido en la rueda de prensa previa al partido la palabra «ilusión» en varias ocasiones y ha manifestado que «le daría mucho gusto porque sería una manera de agradecer el gesto que tuvo el Mallorca cuando le ficharon y la confianza que le han tenido». El mexicano también ha declarado que su equipo llega en un buen momento «anímico, físico y futbolístico» y ha confirmado que la única baja es la de Pablo Maffeo, mientras que ha anunciado que Dominik Greif seguirá como portero titular. La situación de los isleños en liga no es la mejor, pero llegan con buenas sensaciones después de haber empatado en Mendizorroza en el 88′ jugando con un once con muchas rotaciones.
La Real Sociedad, por su parte, no llega en un buen momento. En este mes de febrero, los de Imanol tan solo han ganado un partido, el disputado en Son Moix hace una semana, y lo consiguieron con unas circunstancias muy favorables y que no hace falta recordar. En los cinco partidos restantes, ha cosechado dos empates y tres derrotas. Las buenas noticias para los txuri-urdines llegan en apartado de las altas. El equipo donostiarra recupera a Oyarzábal para la causa y la única baja es la de Barrenetxea, que cayó lesionado el pasado viernes frente al Villarreal.
Los precedentes no invitan al optimismo, el Mallorca no gana en Anoeta desde 2003. Pero esta vez las circunstancias son muy diferentes, el ambiente es otro, en la isla hay una sensación de ‘final anticipada’. Basta ver la despedida que le han dado hoy cientos de aficionados al equipo cuando salían desde Son Moix hacia el aeropuerto. Más de 400 serán los aficionados que acompañarán en San Sebastián al equipo de Aguirre. El partido ha empezado a jugarse ya, y las ganas que hay de final en Mallorca son incalculables.