El día de ayer fue histórico para la Selección Española femenina y, más en general, para el fútbol femenino español. Por primera vez en nuestra historia, estarán presentes en la final de la Nations League y, más importante, en los Juegos Olímpicos. Y lo hacen, además, después de una gran muestra de superioridad ante Países Bajos. El rendimiento de todas fue de sobresaliente, pero, si hay que destacar a alguien, esa tiene que ser Mariona Caldentey.

En mi caso, cada vez que hay un encuentro donde la mallorquina está presente, me veo en un deja vú constante. Es curioso porque nunca está entre las nominadas a los premios, no la vemos en las galas, muchas veces ni se habla de ella… pero, citando a Mariona en una entrevista reciente con Marca, «estoy cómoda como estoy». Ella cuenta con sus marioners -como se autodenominan sus fans- y con eso le basta. Eso sí, desde ese grupo -en el que me incluyo-, no vamos a dejar de reconocer su fútbol.

«Cuando Mariona tiene el balón, siempre pasan cosas». Me pregunto cuántas veces he escuchado esa frase en una retransmisión de un partido, ya sea de España o del FC Barcelona. Tanto en selección como en club, comparte vestuario con las mejores futbolistas del mundo, pero siempre va dejando detalles que la reafirman como parte de ese selecto club, un grupo de jugadoras que parece entender el fútbol de manera diferente, de manera superior. 

Mariona Caldentey contra Países Bajos. Imagen: RFEF

«Desde finales de la temporada pasada, tanto en el Barcelona como en la selección, me encuentro físicamente muy bien, sana, fuerte y ojalá dure mucho tiempo», afirmaba Mariona en la entrevista citada anteriormente. Con el Barça, en esta 23/24 está a tan solo un partido de igualar el total de los disputados de Liga F en la anterior temporada. Ahora, acumula seis goles y cinco asistencias en competición liguera, pero, en muchas ocasiones, lo que hace Mariona sobre el césped no queda reflejado.

Ayer, mismamente, da la asistencia en el gol de Aitana Bonmatí y eso es lo que queda para la posteridad. Aun así, los que vimos el partido, sabemos que de sus botas salió el pase hacia Ona Batlle en banda izquierda antes de que esta marcase el tercer gol. No le cuenta como asistencia, pero su participación es clave. Ella parece haber aprendido de manera perfecta el arte de dominar los espacios, de detectarlos y aprovecharlos a su beneficio, y eso no está a la altura de cualquiera.

Con su futuro en el aire -su renovación con el Barça aun está pendiente-, nunca está de más recordar que Mariona, por mucho que se dude de ella en tantas ocasiones, está entre las mejores del mundo. Hablando de mallorquinas, a Patri Guijarro siempre se la ha considerado infravalorada. Para Mariona, es más de lo mismo. Cuántas veces se han llenado las redes sociales de mensajes que dudan sobre su fútbol y cuántas veces la mallorquina ha demostrado ser una jugadora top mundial.

A cualquiera que dude, recomiendo que se pongan algún partido suyo y seguramente escuchen el «cuando Mariona tiene el balón, siempre pasan cosas». Si te gusta el fútbol, te gustará el juego de Mariona y te convertirás en un marioner más.