El Real Mallorca está ante uno de los momentos más importantes de toda la temporada. Aunque se lleve diciendo esto desde que el curso inició, la realidad es que la situación del equipo es cada vez más delicada. Los resultados no llegan, las sensaciones mejoran a marchas forzadas y la enfermería no da un respiro. Porque si antes eran jugadores como Antonio Raíllo o Sergi Darder, el último en caer es Vedat Muriqi. El kosovar, en al momento más vital del curso por sensaciones y necesidad, se lesionó con su selección. Toda esta situación empieza el próximo sábado en el Metropilotano: hablamos de tres partidos en dos semanas.

Porque ya está muy lejos la victoria en Balaídos. La única hasta la fecha. Porque sí: el Mallorca solo ha ganado una vez en esta temporada. Unos números de descenso, pero sin caer ahí. Pese a que el club bermellón esté mal a nivel de resultados, otros como Celta, Granada y Almería, están en un contexto peor. Pero en algún momento la balanza deberá caer a favor de los intereses mallorquines. Al menos, intención, hay. Los pupilos de Javier Aguirre han ido demostrando tener la capacidad suficiente para remediar el crítico momento. Los empates contra Rayo, Valencia o Getafe hicieron mucho daño; así como las derrotas ante Real Sociedad o Betis. Todo, en un claro paso adelante para el equipo.

El calendario del Real Mallorca no da respiro

Mientras uno se echa las manos a la cabeza por saber que Muriqi no estará disponible, seguramente, hasta 2024, el calendario no da un respiro al Real Mallorca. El haber aplazado el partido ante el Cádiz (precisamente por el delantero kosovar), hace que las próximas semanas sean determinantes para los intereses del club balear. Desde este sábado, donde el equipo visita el Cívitas Metropolitano, hasta la participación en la segunda ronda de la Copa del Rey contra el CD Vallés de Egüés.

El Atlético de Madrid será el primer baremo para el Mallorca tras el parón de selecciones. Encuentro exigente ante uno de los equipos más en forma de LaLiga. Con los deberes aún por hacer en la Champions, el equipo madrileño medirá el resurgir del Mallorca de Aguirre sin Muriqi. Pero lo verdaderamente importante se vivirá en Son Moix. Primero, ante el Cádiz -se jugará el choque aplazado el próximo miércoles 29 de noviembre-; luego, contra el Alavés de Luis García Plaza

Recibir a Cádiz y Alavés en Son Moix puede ser un arma de doble filo. De sacar ambos partidos adelante y lograr sumar seis puntos, daría un increíble paso adelante para el Mallorca. Por otro lado, de sufrir más de la cuenta, podría significar una situación dramática para Aguirre. Más allá del partido en el Metropolitano, en una semana el Mallorca se jugará su futuro a corto plazo en Primera ante dos rivales directos en la lucha por la permanencia.

Manu Morlanes, jugador del Real Mallorca.
Foto: RCD Mallorca