La convocatoria de Vedat Muriqi para el Kosovo-Israel correspondiente a la anterior fecha FIFA que se pospuso por el conflicto Israel-Palestina ha provocado el aplazamiento del Mallorca-Cádiz que se iba a disputar este domingo a las 14:00 horas. Esta casuística no es habitual y menos habitual es que llegando al ecuador de LaLiga el Mallorca (y el Cádiz, por supuesto) vaya a estar tres semanas sin jugar. Más allá de la inevitable polémica que esta situación trae consigo cabe considerar cómo puede afectar esto al Mallorca.

El equipo de Aguirre ha firmado un inicio de temporada realmente malo, tanto a nivel de juego, donde se ven ligeras mejoras últimamente, como a nivel de puntos. Solo la falta de nivel de los equipos que están por detrás del Mallorca evita que los de Aguirre estén en zona de descenso, lo que supondría mayor presión y crispación en una afición que había respondido en verano llegando a casi dos decenas de miles de abonados para ver a un Mallorca que ilusionaba. Esta ilusión ha sido ahora sustituida por la impaciencia y el equipo no es ajeno. La afición exige resultados y a pesar de que ni en la prensa ni en el club parece existir un debate sobre ello, algunos han empezado a perder la confianza en Javier Aguirre. El técnico mexicano, que las ha visto de todos los colores, no se muestra preocupado y la plantilla cierra filas a su alrededor confiando en que es el hombre idóneo para darle la vuelta a la situación.

El calendario del Mallorca después del parón FIFA que se aproxima exige a los bermellones una buena suma de puntos si no quieren seguir complicándose la vida y arrepentirse en las últimas jornadas de los puntos que se van escapando. La primera parada será el Metropolitano para visitar a un Atlético que, a pesar del último pinchazo en Las Palmas, está firmando una gran temporada y se postula junto a los de siempre para intentar levantar otro trofeo de la mano del Cholo. Sin embargo, lo importante ocurrirá en Son Moix.

El partido aplazado contra el Cádiz se disputará entre semana después de la visita a Madrid, ahí el Mallorca se encontrará con un rival directo que optimiza sus recursos y que, aún estando en la zona baja, han sabido ir sacando puntos de plazas complicadas. Casi sin tiempo para respirar, y más si no se gana ni al Atleti ni al Cádiz, el Alavés de un viejo amigo, Luis García Plaza, visitará Son Moix. Los babazorros están tres puntos por delante de los bermellones, pero fuera de casa sus números son de los más pobres de la competición.

El Mallorca y un complicado calendario

Más adelante, para cerrar la primera vuelta y de nuevo en casa, el Mallorca jugará contra el Sevilla. Tres partidos en Son Moix, dos contra rivales directos, que se antojan claves para cumplir con el objetivo. De hecho, de sacar algo bueno de esos partidos, el equipo llegaría con una inercia positiva al Juegos del Mediterráneo para enfrentarse a un Almería que está haciendo un inicio de campaña desastroso (cero victorias) y que es, a priori, una salida de la que se pueden rascar puntos.

Javier Aguirre y sus jugadores, que confían en él, tienen tres semanas, 21 días para preparar un calendario que se les presenta más o menos asequible, con muchos partidos en Son Moix y con una visita al que está siendo el peor equipo de LaLiga. De no sacar algo positivo de esos cinco encuentros la situación del entrenador se tornaría ya insostenible, así que de jugadores y entrenador depende la estabilidad en el banquillo bermellón.

Dani Rodríguez, en un partido de este 2023 con el Mallorca.
Foto: LaLiga