Antonio Raíllo es el ejemplo de lo que debe ser el espejo de la vida de cada persona. Al ver al central cordobés recuerdas, piensas y te alegras. Raíllo bajó a Segunda División B, jugó contra equipos semiprofesionales recorriendo la península, ascendieron y enmendaron una caída. Se crecieron y subieron a Primera División. Bajaron, subieron y se han mantenido. Como un ascensor. Como la vida misma.
A lo que me refiero. Raíllo no es un jugador más. No solo por lo vivido, que es mucho. Sino porque él es el jugador más consciente de lo que ha vivido el club en los últimos siete años. Él es el espejo de cada uno de nosotros, aunque vivido de una forma más rápida. Como cualquier futbolista. Si te caes te levantas. Si te vuelves a caer, te vuelves a levantar. Y si vives de pie, eres consciente que un día puedes tropezar y disfrutas y peleas más si cabe, todo lo que tienes porque nadie te lo ha regalado.
Es cierto que ya hace varios mercados de fichajes que se filtran las mejores condiciones económicas que le proponen al capitán del Mallorca para dejar la isla y empezar un nuevo proyecto cobrando más. El doble exactamente. Cada poco se lo proponen por una razón muy simple: es el mejor defensa del equipo.
Antonio Raíllo, una oferta del Cagliari y el brazalete de capitán. ©️????
— FutbolMallorca (@FutbolMallorca) August 7, 2023
Los italianos, recién ascendidos a la Serie A, ofrecen 3M€ al @RCD_Mallorca por el central andaluz.
???? La respuesta del club es tajante. https://t.co/CKaiwg9R4q
Antonio Raíllo es el líder de la defensa. Lee y entiende las diferentes situaciones de los partidos, transmite seguridad, compañerismo, garra, energía y se deja el físico en cada encuentro. El año pasado disputó encuentros tocado, de una forma “milagrosa”, llegó a reconocer Javier Aguirre, y se dejó el corazón por el club.
El domingo el Mallorca jugó el último partido de la pretemporada y rechazó llevar el brazalete de capitán como una muestra de disconformidad con el club por rechazar la oferta que el Cagliari había hecho por él. La dirección deportiva, que encabeza Pablo Ortells, lo ha declarado intransferible porque lo consideran una “pieza fundamental”. Y es cierto. Es el capo de la zona defensiva. Manda, dirige y guía. A su lado, sus compañeros juegan mejor. Nadie más que él es capaz de liderar con autoridad a sus compañeros.
Desde el club se han enrocado y aseguran que no saldrá. Pero no es la mejor forma de tratar este embrollo. A malas, nada es bueno. Y mucho menos un futbolista. Es el momento de dialogar y de llegar a un acuerdo que fuese beneficioso para ambos. Hay que acercar posturas. Tres millones por el capitán mallorquinista, que tiene 31 años, es poco.
Ortells debería tasarlo y si Antonio quiere irse a un club que le mejoren el sueldo y haga una oferta satisfactoria, que se vaya. Ha dado mucho al Mallorca y la grandeza de un club como de cualquier persona es dialogar y alcanzar acuerdos, entendiendo que nada hay más grande que el rojo, el negro y ahora también el naranja de los futbolistas que visten la camiseta cada domingo. Sería un adiós sentido porque nadie simbolizará lo mismo que Raíllo. Sería un adiós definitivo. Un adiós que nadie quiere porque un pedacito de nuestro corazón bermellón quedará en un recuerdo.
???????? En 2019, el gobierno italiano aprobó una ley fiscal para incentivar la compra de jugadores extranjeros por parte de los equipos transalpinos.
— FutbolMallorca (@FutbolMallorca) August 8, 2023
???? El @RCD_Mallorca, con el decreto crescita, juega en inferioridad numérica.https://t.co/Txk9GN2TLl