Eran alrededor de las seis y media de la mañana. Miles de españoles, a pesar de ser fin de semana, tenían sus alarmas puestas. ¿La razón? La selección española femenina podía hacer historia. España se enfrentaba a Suiza por un puesto en los cuartos de final del Mundial. Nuestra selección no había superado una eliminatoria, ni en Eurocopa ni en Mundial, y hoy, ante una selección a priori inferior, era una oportunidad inmejorable. Y así fue. Con dominio, buen juego y acierto, España goleó a una Suiza que poco más pudo hacer.
Aun así, muchas cosas sucedieron antes de que la árbitra pitase el final. La mayoría, de hecho, ocurrieron antes de que empezase el encuentro. Cuando los cafés todavía eran los protagonistas saltaba la primera sorpresa. España salía con hasta cinco cambios con respecto a la derrota contra Japón. Jorge Vilda reaccionaba. La variación más importante ocurría en la portería, donde Misa Rodríguez quedaba relegada al banquillo, dejando su lugar a Cata Coll. La mallorquina, cuya presencia hasta en la pre-lista fue sorprendente, defendería los palos de España. Era su debut con la selección española absoluta. En el caso de Mariona, titular ante Japón, también se quedaba en el banquillo, quedándose sin disputar minutos finalmente.
Las 11 jugadoras saltaron al terreno de juego. Cata era la segunda y escuchaba el himno español por primera vez como guardameta titular de la selección. La ocasión era inmejorable e incluso algo difícil. Su debut se producía en los octavos de final de un Mundial, en el día en el que España podía hacer historia. El balón comenzó a rodar y las españolas eran las que lo dominaban, por lo que todo apuntaba a un partido asequible para las nuestras. Esto se materializó a los cinco minutos, cuando Aitana Bonmatí, la estrella del encuentro, se revolvía dentro del área y hacía el primer gol del partido.
La alegría de adelantarse en el marcador tan pronto, en cambio, no duraría mucho. Tan solo seis minutos después, Laia Codina, otra de las debutantes en el día de hoy, daba un pase hacia atrás sin ver donde estaba Cata. La mallorquina, adelantada, solo pudo ver como el balón se colaba en su red. De nuevo, todo empatado. Pero hoy España estaba bien, mucho mejor que contra Japón, y se notaba. Pasó esa misma cantidad de tiempo, seis minutos, hasta que Alba Redondo hizo lo que mejor sabe hacer. La delantera del Levante cazaba un balón en el área y, de cabeza, volvía a poner a la selección por delante.
La primera mitad de la selección fue un monólogo. Suiza no se acercaba más allá de alguna acción aislada y España atacaba y controlaba el partido. Todo esto, encabezado por una Aitana Bonmatí que sigue en su carrera particular por el balón de oro. En el 36′, con una maniobra similar a la del primer gol, volvía a marcar, dejando su huella por segunda vez. Menos de diez minutos después, Laia Codina se resarcía de su error y, después de un barullo dentro del área tras un córner, enviaba el balón al fondo de la red por cuarta vez. 1-4 al descanso y todo controlado.
La segunda parte fue más de lo mismo. La selección dirigida por Jorge Vilda, que hoy sí acertó con algunas decisiones, buscaba aumentar la ventaja y sentenciar el partido. Era Jenni Hermoso quien finalmente marcaría ese quinto y último gol de España, el gol de la tranquilidad. Con este resultado, las rotaciones empezaron de cara a la próxima ronda, donde ya estaban las mentes de las 23 futbolistas españolas. Las jugadoras hoy vestidas de azul -nuestra camiseta visitante- aguantaron y no desentonaron en ningún momento. Así, hasta el 90′, cuando se desató la alegría. Por primera vez, España había superado una eliminatoria, metiéndose entre las ocho mejores selecciones del mundo.
Cambios de camiseta, celebraciones ‘exprés’ y ya con la cabeza puesta en los cuartos. Las jugadoras pasaban por zona mixta y allí estaba Cata Coll, una de las protagonistas. No pudo dejar la portería a cero, pero estuvo bien en lo poco que tuvo que hacer en el día de hoy. Ahí, desveló cuándo se enteró de que iba a ser titular. Eran dos horas antes del inicio del partido, y en ese momento un teléfono sonaba en Mallorca. «He llamado a mi padre nada más saberlo. Eran las 5 de la mañana en Mallorca, pero me ha dado igual», contaba Cata Coll a los micrófonos de Marca.
Ahora, a España le toca esperar para conocer a su rival, que saldrá del partido que veremos a las 4:00 de esta madrugada entre los Países Bajos y Sudáfrica. Además, este horario no será aislado, ya que el enfrentamiento de cuartos de nuestra selección será en la madrugada del 10 al 11 de agosto a las 3:00. Habrá que volver a activar las alarmas para ver a la selección, que buscará meterse en las semifinales de un Mundial que ya es histórico para el fútbol femenino de nuestro país.