Los buses ya han arrancado. A los aficionados culés más valientes les esperan 15 horas de carretera hasta llegar a Eindhoven, donde tiene lugar la final de la Champions femenina. Allí, Barça y Wolfsburgo se juegan alcanzar el título más importante a nivel de clubes, el trofeo que las acredita como mejor equipo de Europa. Por supuesto, allí estarán las tres mallorquinas que visten de azulgrana: Patri Guijarro, Mariona Caldentey y Cata Coll. El objetivo para mañana está claro: llevar la segunda Champions a Barcelona.

La temporada ha sido prácticamente inmejorable. Obviando la eliminación de la Copa de la Reina, el Barça llega como campeón de la Supercopa de España y de la Liga F con un margen amplio sobre el segundo clasificado. En las últimas jornadas demostraron que siguen siendo mortales, empatando contra el Sevilla y perdiendo contra el Madrid CFF. Sí, el Barça perdió un partido dos años después. Aun así, las sensaciones de cara a la final son muy buenas, mejores incluso que las de la final del año pasado, en la que cayeron por 3-1 contra el Olympique de Lyon. 

Esta vez, el rival no es el equipo francés, sino el Wolfsburgo, un equipo que ya sabe lo que es ganar esta competición por partida doble. La última vez que el equipo alemán se enfrentó al FC Barcelona fue hace apenas un año, en las semifinales de esta misma competición. En eliminatoria a doble partido, el conjunto azulgrana salió vencedor a pesar de perder la vuelta en Alemania. Además, el partido de ida, disputado en el Camp Nou, dejó una imagen para la historia. 91.648 espectadores se congregaron en el feudo culé para presenciar el encuentro, récord de asistencia para un partido de fútbol femenino que aún sigue vigente.

Imagen: FC Barcelona

Ahora, la situación es completamente distinta. Sede neutral y un partido de todo o nada. No hay lugar para las dudas, porque el mínimo detalle puede decidir la final. El Barça llega con la lección aprendida del año pasado -perdía por 0-3 en el minuto 33- y no quiere que esa situación se repita. Para ello, contará de nuevo con una afición incansable y cada vez más fiel. Alrededor de 8.000 culés viajarán hasta Países Bajos. Unos en avión, otros en bus… pero allí estarán todos juntos, en las gradas del Philips Stadion de Eindhoven.

«A la afición le debemos una Champions», decía Alexia Putellas en la previa. Mañana a las 16:00h, tienen la oportunidad de dársela. El partido, que se retransmitirá a través de DAZN, apunta a una gran cita, otro encuentro más que marcará la historia del FC Barcelona femenino. Además, nada mejor para redondear otra temporada más de las mallorquinas en Can Barça: Patri, cuya presencia se volvió aún más esencial con la baja de Alexia; Mariona, que a pesar de las lesiones ha dejado actuaciones memorables; y Cata Coll, quien volvió a jugar después de la lesión de ligamento cruzado anterior. Las tres quieren su segunda Champions League.