El Mallorca lleva semanas con la permanencia casi asegurada. El conjunto bermellón acumula 41 puntos en su casillero y se sitúa al borde de la mitad de la tabla, teniendo una diferencia de siete puntos con el Getafe, equipo que marca el descenso. Aun así, en la isla nadie se fía. Hasta que el Mallorca no sea equipo de LaLiga Santander la temporada que viene de manera matemática, no se dejará de mirar hacia abajo, algo que comparte el propio Javier Aguirre. Por ello, ganar al Cádiz esta noche en Son Moix supondría un golpe casi definitivo en esa pugna.

Todo aquel que estuviese a principios de mes en el último partido disputado en Son Moix lo recuerda con rabia. Un penalti -muy dudoso- en el descuento a favor del Athletic impidió que los bermellones sumaran tres puntos, cantidad que, a pesar de no suponer ninguna diferencia en la clasificación, hubiese creado un colchón aún más grande sobre la zona roja. La derrota en Girona tres días más tarde no ayudó a reponer los ánimos, por lo que, ahora, la afición quiere volver a ganar, tres puntos con los que Javier Aguirre, por fin, estaría satisfecho.

El técnico mexicano es fiel defensor de que, hasta que las matemáticas no lo digan, el Mallorca no estará salvado. Es por ello que marcó los 43 puntos hace unas semanas como objetivo definitivo de cara a la salvación. Antes de enfrentarse al Athletic hablaba de que tan solo una victoria te hacía llegar a esa cifra; ahora, una victoria incluso la superaría. Cabe recordar que, la temporada pasada, el Mallorca se salvó con 39 puntos, por lo que los números llevan al optimismo.

El Cádiz, equipo al que se deberá superar para sumar de tres, es uno de los conjuntos en apuros. A pesar de situarse tres puestos por encima del descenso, tan solo dos puntos le separan de la zona que les llevaría a LaLiga Smartbank. Por esa razón, para ellos este es un partido todavía más capital. Si a esto le sumamos la rivalidad que se ha generado entre ambos conjuntos en la historia reciente, se antoja un partido duro, «un partido cerrado con mucha lucha y con juego aéreo«, en palabras del entrenador del Mallorca.

Algo a lo que tendrá que hacer frente Aguirre de manera segura es la falta de efectivos en defensa. Con Augustinsson habiendo recaído de la lesión del tobillo y Raíllo, Gio González y Nastasic fuera, las opciones se reducen. Por ello, estas últimas semanas ya hemos visto a Antonio Sánchez ocupando la posición de carrilero, por lo que no sería raro verle de nuevo desempeñándose ahí. Sin duda, esta es la zona más vulnerable, ya que las demás posiciones parecen cubiertas.

Para el aficionado bermellón, obviando a los equipos de la zona alta, quizá no hay mejor rival con el que certificar la permanencia, algo que desean hacer cuanto antes tanto los que están en la grada como los que se calzan las botas y salen al terreno de juego. Además, qué mejor manera de redondear la tarde de homenaje al Palma Futsal, quienes realizarán el saque de honor en Son Moix después de haberse proclamado campeones de la Champions de fútbol sala, inaugurando así su vitrina.