Nos gusta el buen fútbol, el de toda la vida. El salseo, la polémica, los piques entre rivales, alguna que otra colleja sin que el árbitro la vea… esa es la esencia del balompié. La aparición del VAR fue un descubrimiento magnífico para evolucionar el mundo del fútbol; todos y todas estamos de acuerdo en que la profesión arbitral es muy compleja y necesitan todo tipo de ayuda para controlar a 22 personas con la adrenalina por las nubes. El videoarbitraje vino para quedarse, pero últimamente lo único que provoca es que se hable más de ellos que del partido.

Las patadas de Pepe. El mordisco de Luis Suárez. Tanganas en ‘El Clásico’. Las entradas de Gennaro Gatusso. El toquecito de huevos de Míchel a Valderrama. Todo ello ha pasado a la historia como anécdotas del fútbol. Ninguno de los acontecimientos nombrados son ejemplos para los jóvenes que se están formando, pero era uno de los alicientes de que estuvieras los 90 minutos pendiente del partido. El VAR llegó para controlar esto, para que el árbitro no fuera tan criticado por no ver según que cosas y para hacer del juego algo más justo, pero no lo han conseguido. Cada jornada hay equipos perjudicados por decisiones erróneas; una persona se puede equivocar, tal vez la tecnología no.

En las últimas jornadas no se ha hablado de otra cosa y eso perjudica la imagen de la liga. El asunto es que en cada partido ocurren cosas similares y cada arbitro dictamina una decisión diferente. La semana pasada en el Camp Nou, Brais Méndez, jugador de la Real Sociedad, vio cartulina roja por un pisotón sobre Busquets; en cambio, unos días antes, Dembélé y Vinicius tuvieron una jugada calcada y se saldó con tan solo una amarilla. El sábado, en el encuentro entre el Cádiz y el RCD Mallorca ocurrió exactamente lo mismo. El árbitro perdonó la expulsión a Mamadou Mbaye por un pisotón por detrás sobre Grenier en el 7′ de partido, lo peor es que no sacó ni amarilla. Después del partido, el técnico mallorquinista afirmó que estaba a favor del videoarbitraje, pero que no entendía muchas de las decisiones.

Muchos aficionados piden que los colegiados salgan a hablar después de cada encuentro. Alejandro Rodríguez, árbitro de 3ª División y linier de 2ª RFEF ha hablado con ‘La Cita Pirlista’ para declarar su opinión sobre el tema. «La prensa pregunta por jugadas concretas y eso es difícil de responder. Estoy de acuerdo en que los árbitros salgan a hablar, pero lo único que lograrían es incendiar más el tema«, dice Alejandro Rodríguez sobre el tema.

El VAR vuelve a ser el antagonista de la película. Cuando el río suena, agua lleva. Y cada vez son más los equipos que salen perjudicados. VAR: Una imagen vale más que mil palabras.