Primer título en disputa de la temporada, primer título que se lleva el FC Barcelona. En una final en la que brillaron Geyse y Aitana Bonmatí, el Barça consiguió imponerse por 3-0 a la Real Sociedad y, así, revalidar el título, convirtiéndose en el único club que cuenta con tres Supercopas de España femeninas en su vitrina. Las mallorquinas Patri Guijarro y Mariona Caldentey, ambas titulares, dejaron buenas actuaciones y sumaron a su cuenta particular un trofeo más vestidas de azulgrana. Además, esta cita tampoco se la perdió Cata Coll, todavía lesionada pero cada día más cerca de alcanzar la recuperación.

Con el Barça líder en liga y con su continuidad en Copa de la Reina aún en duda, la Supercopa se intuía importante para las azulgranas. Además, antes de dicha final, el Barça se tendría que ver las caras con su máximo rival, el Real Madrid, por lo que la final-four apuntaba apasionante. En estas semifinales, en las que Patri fue titular y Mariona suplente, Claudia Pina adelantó a las azulgranas a los 20 minutos de juego, por lo que todo apuntaba a que, de nuevo y por décima vez consecutiva, el «Clásico» se lo iba a llevar el FC Barcelona. El conjunto de Jonatan Giráldez dominó pero no consiguió aumentar su ventaja, algo que aprovechó el Real Madrid para, ya en la segunda mitad, igualar el encuentro gracias a un golazo de falta de la escocesa Caroline Weir. Diez minutos más tarde, entraba Mariona al terreno de juego. El encuentro continuó, con más tensión que ocasiones claras, y el tiempo reglamentario no fue suficiente para dar un ganador, llegando el partido a prórroga.

Las azulgranas estaban con diez desde el minuto 60 por la expulsión de Irene Paredes y el Real Madrid tenía una oportunidad de oro para vencerlas por primera vez. Ya en el 110, Lucy Bronze, lateral del Barça, caía dentro del área. La encargada de lanzar la pena máxima fue, precisamente, Mariona Caldentey, que superó con facilidad a Misa Rodríguez para dejar la clasificación a la final muy encarrilada. Como ya ocurrió en 2018 en Mérida, mismo lugar donde se disputó esta cita, Mariona se convirtió en una de las heroínas del conjunto culé.

Llegados al domingo, día de la final, en frente esperaba la Real Sociedad de Natalia Arroyo, un equipo que siempre le pone las cosas difíciles al FC Barcelona. Para esta vez, tanto Patri como Mariona partieron como titulares. En el caso de la primera, volvió a formar de interior, dejándole el pivote a Keira Walsh, mientras que Mariona empezó en el lugar de Claudia Pina, el extremo izquierdo. Como de costumbre, el resultado acabó siendo favorable para ellas gracias al doblete de Aitana Bonmatí y al tardío gol de Oshoala. Las piernas pesaron, tal y como dijo Patri Guijarro, pero consiguieron solventar el partido y sumar el primer título de la temporada.

Ya en la celebración, el fútbol femenino volvía a verse envuelto en una nueva polémica, ya que, las jugadoras, en vez de recibir las medallas del allí presente presidente de la RFEF, Luis Rubiales, tuvieron que recogerlas ellas mismas de una mesa puesta sobre el césped. Hay que recalcar que, en el palco, también se encontraba Jorge Vilda, seleccionador nacional y protagonista en el famoso conflicto de «las 15», en el que Patri y Mariona también están inmersas.

Con este nuevo conflicto acaparando todas las noticias, la victoria del Barça en la Supercopa de España pasó a un segundo plano. De nuevo, el fútbol femenino era noticia por algo ajeno al propio fútbol. Por ello, en esta situación no hay nada mejor que remarcar los éxitos de las mallorquinas, que siguen cosechando títulos y haciendo historia con el FC Barcelona. Patri Guijarro, Mariona Caldentey y Cata Coll, que ya hace parte del trabajo con el resto de la plantilla y está muy cerca de volver, levantaron un nuevo título, un trofeo que las sigue posicionando en la cumbre del fútbol femenino español.

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