Si hay un club de toda la isla ese es el Mallorca, nadie aglutina a todos los mallorquines y por eso hoy ha puesto la guinda a la semana mallorquina grande con ‘correfocs’, torradas y conciertos por toda la isla. Después de Sant Antoni y Sant Sebastià, continúa la fiesta. Todo, gracias a Dani Rodríguez.

Lo que más llamó la atención del primer periodo fue las varias veces que el realizador a un Kang In Lee intelectual en el grada. No solo por las gafas que llevaba, sino por el criterio que aporta en el terreno de juego donde los intelectuales escasean. Entendiéndose por intelectual un futbolista que, con una decisión, es capaz de crear situaciones de superioridad.

Con la baja del surcoreano por sanción, el descanso de Copete y la suplencia de Grenier, Javier Aguirre pensó en Amath , Nastasicy Galarreta para mejorar la derrota de la semana anterior. Sin una puesta en escena esperanzadora de los bermellones, el Celta asumió el peso del encuentro. 

Con un centro del campo capitaneado por Fran Beltrán y secundado por Lucas de la Torre y Gabriel Veiga, llevó el timón del partido. Nadie les tosió y es que lo peor del primer tiempo fue la sensación de llegar un poco tarde a cada acción y la clarividencia con el balón, como si fuese el primer partido después del verano. 

Galarreta con el balón estaba falto de dominio, Baba recibió amarilla y como en Osasuna, se vio esforzado, Amath llegaba tarde a todo y tomaba malas decisiones y Muriqi, cada vez más controlado, perdió peso, casi tanto como la capacidad ofensiva de los laterales. Con varias llegadas celtiñas y con un tímido remate de Dani Rodríguez de cabeza, ambos equipos apenas dispararon, aunque a los puntos, el equipo gallego fue mejor.

Para el segundo tiempo Javier Aguirre decidió cambiar al errático Amath por Kadewere y a Baba por Grenier. Con dos aproximaciones celtiñas peligrosas, el Mallorca respondió con un mano a mano que falló Muriqi como nunca lo hizo antes esta temporada. Y, unos minutos después, a la hora de juego, Dani Rodríguez con un disparo cruzado ajustado dentro del área marcó tras una buena acción de Maffeo por la banda derecha generado por un pase magistral de Galarretra. Un premio demasiado grande para lo poco propuesto. Ahora, todos atrás. 

Carlos Carvalhal movió el banquillo. Qué envidia. Entraron Óscar Rodríguez, Carles Pérez y Paciencia. Jugadores top para revitalizar el encuentro. Y cómo entró Carles Pérez. Que se fue de su par en varias ocasiones y que probó con más peligro que Aspas a Rajkovic. Con el otro fútbol, haciendo faltitas y jugando con la presión del los visitantes, mientras ellos se desesperaban, los de Aguirre amarraban el partido.  Y es que el único que le dio dramatismo al final del encuentro fue el colegiado que esperó un minuto mientras chequeaba una acción que nadie sabía cuál era. Con otro 1-0 toca pensar en Cádiz con la tranquilidad de que el trabajo está bien encaminado con 25 puntos antes de acabar la primera vuelta.