El RCD Mallorca sale derrotado por la mínima (1-0) de Anoeta en octavos de final de Copa del Rey, en un partido que se empezó a perder desde que se sacó la alineación. Con un once plagado de suplentísimos, e incluso con un Josep Gayà que no jugaba en la élite desde hace un año y medio, Javier Aguirre dejó entrever que la Copa del Rey no era, ni mucho menos, la prioridad.

La Real Sociedad sí que salió a ganar y entró al partido con el cuchillo entre los dientes. En apenas cinco minutos el Mallorca mostró una fragilidad defensiva terrible y los locales se plantaron en el área pequeña en dos ocasiones. En una de esas un pase filtrado le llegó a un Robert Navarro que sin oposición la mandó a guardar con un disparo raso y cruzado. El Mallorca no comparecía y los Braian Cufré y Rodrigo Battaglia, por nombrar a dos, se mostraban anticompetitivos tomando mala decisión tras mala decisión. Solo Antonio Sánchez y Kang-In Lee parecían entender la importancia del encuentro. Los txuriurdin bajaron un par de marchas, pero siguieron dominando el balón y creando peligro a medio gas. Al descanso, Aguirre tenía mucho trabajo.

No hubo cambios tras el paso por vestuarios, pero sí un cambio de actitud en el equipo bermellón, que se mostró menos fallón. Eso sí, aún se mostraba incapaz de crear peligro alguno. Así fue hasta que Aguirre dio entrada a Grenier y Abdón. Estos revolucionaron un poco el gallinero con la ayuda del siempre presente Kangin Lee y la más clara del partido para los bermellones llegó con una jugada a la salida de un córner que terminó con un centro para que Grenier rematase algo mordido y el balón se envenenase hasta estrellarse en el travesaño, después Abdón lo intentó de forma acrobática, pero en fuera de juego.

A partir de entonces el Mallorca se mostró más incisivo, pero realmente no creó más ocasiones claras. Entraron también Maffeo, Amath y Dani Rodríguez por Gayà, Gio y Antonio. El final de partido se ensució mucho y a pesar de los seis de añadido no hubo posibilidades de forzar la prórroga. La falta de ambición de Aguirre, que salió casi de rodillas con un equipo plagado de no habituales, condenó a un Mallorca que si bien apretó y sacó las garras en la segunda mitad no pudo hacer frente a una Real que sí salió a ganar una eliminatoria. Igual hay que ir mirándose esto de regalar partidos cada año en Copa del Rey.