Me gusta Costa de Marfil, me gustas tú. Me gusta el RCD Mallorca, me gustas tú. Me gustan tus goles, me gustas tú. Me gustan tus regates, me gustas tú. Me gusta tu amor por la isla, me gustas tú. Lago, de parte de todos los mallorquinistas, nunca caminarás solo.

El conjunto mallorquín es un club romántico, de telenovela, de esas que ven Ermitas y Rafael en ‘La 1’ a las 16 de la tarde con el cafelito. Siempre trata a sus jugadores con mucho apego, pero no a los que marcan o hacen muchas florituras, si no a los que estuvieron en el infierno, los que permanecieron cuando nadie quería estar. Uno de ellos se marcha por la puerta grande. Del barro a la élite. De Segunda División B a Primera. Su destino, Málaga. Su objetivo, devolver al club a la máxima categoría. Y nadie mejor que él para hacerlo.

Costa de Marfil, Abiyán, 1990. Junior Waka Lible Lago, Laguito para los amigos. Nunca ha tenido un camino fácil. Del calor extremo de África al frío polar de Soria, Numancia, el primer club que le dio la oportunidad de despuntar en el fútbol de alto voltaje. En su paso por el conjunto numantino tuvo que adaptarse al cambio radical que suponía pasar de ligas inferiores a un Primera División. El marfileño pasó por altibajos y fue de cesión en cesión, pasando por míticos como el Eibar, Gimnàstic y Mirandés. Pero en el 2016 otro gallo cantaría, el RCD Mallorca se fijó en él… y la historia después del fichaje se cuenta sola.

Las personas como Lago Junior llegan al corazón. Esfuerzo, humildad, y sobre todo fidelidad al club. Permaneció cuando el conjunto balear tocó fondo y también cuando llegaron a la cima. Todos nos acordaremos con nostalgia de aquel gol al Mirandés en las semifinales del play-off para subir a Segunda División o del tanto de la victoria ante el Real Madrid en casa. Deja su casa de camino a Andalucía, Málaga. El conjunto ‘boquerón’ busca volver a la máxima categoría tras cinco años en segunda, actualmente no pasa por un buen momento pero la incorporación de Lago Junior siempre son buenas noticias. El marfileño se encontrará en el vestuario con un viejo conocido, Manolo Reina.

Lago, contigo los niños sonríen. Contigo todo es más feliz. Contigo todo es más fácil. Como decía Pereza: Todo, todo, todo, todo… yo quiero contigo TODO.

Nunca caminarás solo.

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