El resultado se podía prever, aunque siempre hay una pequeña parte en la que piensas que el fútbol puede darte una nueva sorpresa. El Mallorca ha perdido 2-1 en el Camp Nou ante el FC Barcelona en un partido donde los culés han dominado prácticamente todas las facetas del juego. Los goles de Memphis Depay y Sergio Busquets hacían más que complicada la tarea de que el cuadro bermellón rascara algún punto. Hubo esperanza con el gol de Antonio Raíllo, pero la realidad era otra completamente diferente. Javier Aguirre optó por un once conservador, con la mirada puesta en la final que tiene su equipo el próximo sábado ante el Granada. Pese a la derrota, el Mallorca seguirá una nueva semana fuera del descenso.

El Mallorca lleva toda la temporada teniendo muchas dificultades de cara a gol, y eso hoy no ha sido una excepción. En un contexto donde sabes que vas a tener pocas ocasiones, las que tienes las debes aprovechar al máximo. Eso debió pensar Fer Niño cuando envío a las nubes un balón que prácticamente solo tenía que empujar a gol. Fue la primera ocasión clara del partido. El delantero bermellón desperdició un gran centro de Brian Oliván desde la izquierda. En clave Barça, sí que es verdad que Aubameyang gozó de una oportunidad clamorosa: su cabezazo, no obstante, era detenido por Sergio Rico. Tras esos dos primeros sustos, el equipo local monopolizó la posesión. La consigna por parte del Mallorca era clara: aguantar atrás con la línea de cinco y aprovechar la velocidad de Ángel Rodríguez y Fer Niño. En ocasiones el plan salió; en otras, no. Y en una de esas en la que el plan erró, el Barça hizo sangre: balón filtrado a Memphis que no perdona.

Tras el 1-0 en el marcador el Mallorca no se arrugó en absoluto. Javier Aguirre mantenía el plan inicial, buscando el contraataque. Mientras tanto, las embestidas del Barça eran detenidas por la defensa visitante. Aunque Russo falló en el gol, sí que tuvo otras acciones más afortunadas; así como Valjent, que le ganó la carrera en varias ocasiones a Aubameyang. Los culés no conseguían sentenciar el partido. Además, justo antes de llegar al descanso Antonio Sánchez tuvo otra gran oportunidad para conseguir la igualada. Su disparo, no obstante, fue centrado y Ter Stegen lo detuvo sin problemas. 

Xavi Hernández debió dar una buena charla en el vestuario, porque su equipo salió con una marcha más. La intención del Barça era dejar KO cuanto antes a un Mallorca que veía en el 1-0 un resultado con el que poder seguir con su plan inicial. Dicho y hecho. A los pocos minutos de reanudarse el juego, tras una jugada con varios rebotes, el balón le caía a un Busquets que disparaba desde fuera del área a gol para poner el 2-1. La cosa se había puesto cuesta arriba definitivamente, y encima el Barça quería más. Los de Xavi tuvieron innumerables ocasiones de gol: Auba, Memphis, Ferran, todos tuvieron su oportunidad. Al último mencionado incluso le anularon un gol por fuera de juego previo. Por parte bermellona el golpe anímico había sido devastador, y solo Take Kubo y Kang-In Lee consiguieron reanimar al personal.

Y su efecto tuvo su recompensa. Además de varias jugadas de peligro en área rival, el Mallorca recortaría distancias gracias a un gol de Antonio Raíllo. 2-1. El central andaluz remataba una falta magníficamente botada por Salva Sevilla. Era una recompensa al esfuerzo realizado en una pequeña parte de la segunda mitad, pero insuficiente para lograr sumar algún punto. El partido terminaría con el Barça buscando el tercero, ovacionando a un Ansu Fati que volvía a los terrenos de juegos varios meses después. La próxima jornada, una final en Son Moix ante el Granada.