10 años se cumplen desde que el Racing de Santander pisara por última vez la Primera División española. Un año antes de su centenario, el conjunto cántabro se despedía de la máxima categoría sin saber que la siguiente temporada, esta vez en el centenario, tendrían que vivir un segundo descenso consecutivo. El Racing de Santander, con una afición que esperaba un milagro para mantenerse en la categoría de plata, descendía a Segunda B y se despedía el fútbol profesional.
Aun así, lo importante en este periodo no sería lo deportivo. Como ha ocurrido en varias ocasiones durante este siglo XXI en otras instituciones, el gran problema del Racing se situaba en las altas esferas del club, en el palco. La temporada 2013/14, además de suponer la llegada de un histórico español a la categoría de bronce, nos dejó una imagen para la historia que muchos recordarán. Los jugadores, que llevaban sin cobrar cinco meses, estallaron ante la situación que se vivía con el Consejo de Administración, ya que, en palabras de Mariano, en aquel momento delantero racinguista, el Racing se había convertido en un “club secuestrado”.
Ocho años más tarde y después de que el club haya estado vagando entre Segunda División y, sobre todo, Segunda División B, la afición parece ver la luz a final del camino y confían en volver al fútbol profesional, algo que se traslada a las gradas. No importa si es en El Sardinero o en el Estadio Municipal de Villaviciosa, en cualquier grada de la actual Primera RFEF se puede ver una gran masa de aficionados con banderas, bufandas y camisetas verdes y blancas que hacen que el Racing juegue todos y cada uno de los partidos de local.
«Cuando se ve un proyecto, se ve ilusión, se ven ganas, la gente lo agradece y se engancha con el equipo»
En palabras de un racinguista que presenció el Rayo Majadahonda – Racing en el Cerro del Espino: “La afición del Racing es sufridora y muy fiel. Ya se está viendo que los desplazamientos son masivos, algo que no se ha hecho solo este año. Yo recuerdo desplazamientos a León hace años con cinco mil aficionados. Al final es una afición que también es muy agradecida. Cuando se ve un proyecto, se ve ilusión, se ven ganas, la gente lo agradece y se engancha con el equipo. La época de la que venimos es dura, se entiende que haya gente que se haya cansado, cuando las cosas se hacen bien no gustan y al final es normal que haya un poco de desconexión. Aun así, la mejor afición de España, sin lugar a dudas”.
Para conseguir el objetivo del ascenso, el club cántabro cuenta en sus filas con tres jugadores que en su momento ya consiguieron salir del pozo, siendo parte de aquel Mallorca que duró apenas un año en Segunda División B: Miquel Parera, Cedric y Álvaro Bustos. En el caso de los dos primeros, dos jugadores de la casa que, aunque no contaron con el protagonismo que seguramente deseaban, fueron partícipes de una temporada que muchos mallorquinistas recordarán perfectamente.
Miquel Parera, como anillo al dedo
Nacido en Manacor, Parera defendió la camiseta del Mallorca durante siete temporadas entre categorías inferiores y primer equipo. El guardameta formó parte de la primera plantilla, pero su posición era la del recambio de Manolo Reina desde que este llegara. Con pocos minutos y varias salidas en forma de cesión que no llegaron a concretarse, Parera sabía que su futuro estaba fuera de la isla, como finalmente ocurrió el pasado verano al concluir su contrato.
En Santander, la búsqueda de un portero parecía indicar hacia Ramón Juan, portero en aquel momento del Cornellá que finalmente puso rumbo al Mirandés. Por esta razón, el Racing tuvo que buscar otras opciones, momento en el que surgió la opción de Miquel Parera. El Racing necesitaba un portero, Parera buscaba un nuevo destino, la operación se tenía que hacer. Así, el 15 de junio de 2021 se haría oficial el fichaje.
Algunos podrían pensar que Parera no había tenido la suficiente continuidad como para ser titular. De hecho, el manacorí se sentó en el banquillo durante las seis primeras jornadas de liga, algo que, desde que debutase contra el Calahorra, no ha vuelto a ocurrir. Lo único que pudo evitar su presencia bajo los palos fue un golpe en la cabeza en el encuentro contra el Rayo Majadahonda, lo que le obligó a pedir el cambio. Aun así, si los partidos se ganan en las porterías, Miquel Parera se ha convertido en todo un cerrojo para el equipo de Guillermo Fernández Romo. En 27 partidos solo ha encajado 19 goles en contra, además de haber mantenido la portería a cero en 15 ocasiones, números que solo firman los mejores guardametas de la categoría.
Parera quería confianza, continuidad y, en definitiva, minutos. Una vez le dieron eso, él se ha encargado de hacer lo propio de manera sobresaliente. “Poder estar en un equipo como el Racing y poder disfrutar de minutos, que es lo que me hacía falta y, sobre todo, disfrutar teniendo un buen rendimiento, la verdad que se agradece”, afirmó para FutbolMallorca tras dejar su portería a cero contra el Dux Internacional de Madrid.
Todo esto se acaba materializando en el aprecio de la grada hacia él, ya que no es raro oír el grito de “Miquel Parera, Miquel Parera” en los partidos del Racing. Según nos contaban el aficionado previamente mencionado: “Miquel es probablemente el mejor fichaje de la temporada. No vino cuestionado, porque siempre se ha sabido que es un muy buen portero, pero al final aquí estaba Lucas, que es de la casa, canterano, entonces la gente pensaba que iba a tapar la progresión. Ya se ha visto que es un porterazo, nos ha salvado puntos en muchísimos partidos y la gente aquí le quiere mucho”.
Por supuesto, este sentimiento es mutuo, algo que agradece el propio portero: “Todos los fines de semana jugamos de local. Fuimos a Sanse un viernes a las 9 de la noche y teníamos el campo nuestro. Se agradece que te animen, sobre todo en los momentos malos durante el partido, ya que te dan un plus siempre”.
Cedric, el goleador que todo equipo necesita
El caso de Cedric es diferente al de Parera, ya que él sí salió en busca de oportunidades después del ascenso a Segunda División con el Mallorca al no renovar con el club bermellón. Esta oportunidad llegó en esta misma categoría de la mano del Fuenlabrada. El nigeriano respondió anotando 11 goles con el conjunto madrileño hasta caer lesionado, siendo esta la última vez que vestiría la camiseta del “Fuenla”. Después de aquel año recaló en la liga belga pero, de nuevo, una nueva lesión le mantendría apartado de los terrenos de juego.
En este punto, al inicio de la campaña pasada le llegaba la oportunidad del Racing. Un equipo que quiere volver al fútbol profesional y un Cedric con el objetivo de convertirse en el goleador que las lesiones no le habían dejado ser. Así, aun marcando 10 tantos, la temporada en la que ha ganado más protagonismo es la actual, campaña en la que ha encontrado un socio de oro con Pablo Torre, quien estará a las órdenes de Xavi en el FC Barcelona la temporada que viene. En la alineación del Racing destaca un número 9 que, si le dejas rematar, puede que no lo cuentes. 13 goles y 2 asistencias en su haber le consolidan como uno de los mejores delanteros de la categoría y, sumados a los números de Pablo Torre y Soko, forman uno de los mejores ataques de toda la Primera RFEF.
La estrategia de fichar a delanteros como Cedric o en su momento Abdón, con pasado -y este último, presente- mallorquinista, parece no salirle mal al conjunto cántabro. Si bien Abdón estuvo poco tiempo vistiendo su camiseta, parece que Cedric, si nada cambia, sí que estará durante un mayor periodo siendo la referencia en la delantera racinguista.
Goles asegurados y un esfuerzo irreprochable que, al igual que con Parera, han causado furor en las gradas de El Sardinero. “Cedric vino el año pasado y la primera parte de la temporada no fue buena, luego la segunda empezó a meter goles que es para lo que vino, y esta temporada está metiendo muchísimos goles, nos ha salvado también en muchos partidos”, decía otro aficionado del Racing.
Un objetivo prácticamente cumplido
Con una ventaja de 14 puntos con respecto al segundo clasificado, el Deportivo de la Coruña, puede que el Racing celebre el ascenso este próximo fin de semana en la visita del Celta «B» a El Sardinero en caso de que obtengan los tres puntos. En la grada se ha pasado del “que sí, j****, que vamos a ascender” al “a segunda oé, a segunda oé” y “campeones, campeones, oé, oé, oé”, algo que, en apenas unos días, se puede hacer realidad de manera oficial.
Como nos contaba Javier, aficionado del club cántabro: “Para el Racing, el ascenso a Segunda es sobre todo un premio a la temporada que llevamos y un premio a la década de la que venimos, que probablemente sea la peor de nuestra historia. Esto nos da esperanza y mucha ilusión al racinguismo de poder volver a donde se merece el equipo y dejar atrás estos últimos años”.
Esta temporada puede convertirse en el inicio de una nueva etapa, esa en la que el Racing vuelva al lugar donde se merece, la Primera División. Un club que se encuentra entre los 20 equipos históricos de la máxima categoría española no debería situarse tan abajo. En cualquier caso, Miquel Parera y Cedric unen a mallorquinistas y racinguistas, aficiones que esperan ver a sus equipos enfrentarse en Primera División durante muchos años, dos conjuntos que tuvieron que caer al barro para volver a disfrutar de su fútbol.