Todo el mundo recuerda con alegría la Copa del Rey que el Mallorca levantó en 2003. Se podría decir que la competición copera siempre tras a la memoria de los mallorquinistas un recuerdo entrañable e imborrable. Pero la realidad es otra completamente diferente, sobre todo si tenemos en cuenta la última década. Desde que el conjunto mallorquín bajó a Segunda División, luego a Segunda B e hizo un yoyo entre Primera División y, de nuevo, Segunda, nunca ha vuelto a pisar los octavos de final. Hace casi diez años que el club bermellón no se clasifica para dicha ronda. Una pesadilla de la que buscarán despertarse mañana.

Desde la temporada 2012-13 el Mallorca no es capaz de llegar a los octavos de final de la Copa del Rey. En esa temporada, la que terminó con el equipo bajando a Segunda, los de Joaquín Caparrós cayeron a doble partido contra el Sevilla. Los andaluces vencieron 0-5 en Son Moix en la ida; los bermellones asaltaron el Sánchez Pizjuán en la vuelta, ganando 1-2. Tras ello, años de mala fortuna y malos resultados ante equipos de menor categoría y en las primeras de cambio. 

Entre 2013 y 2017 Alcorcón, Las Palmas, Huesca, UCAM Murcia y Lleida fueron los verdugos del Mallorca, eliminando a los bermellones en segunda y tercera ronda. Más adelante fueron Valladolid, Zaragoza y Fuenlabrada, cuando el equipo de primero Vicente Moreno y luego Luis García Plaza andaba por Segunda y Primera División. La más dolorosa, la eliminación contra el Fuenlabrada en la tanda de penaltis la temporada pasada. 

Ahora, tras el recuerdo de una contundente goleada en tierras asturianas (0-6 vs Llanera), el Mallorca tiene una gran oportunidad para evitar que la cifra siga en aumento y de volver a los octavos de final nueve años después. En frente está un Eibar que tiene dinámica de ascender de nuevo a Primera, con un viejo conocido como ‘Stoichkov’. Se antoja un partido complicado y marcado también por las posibles bajas por Covid-19. Mañana, a las 16h, en Ipurúa.