El Mallorca se estrena a domicilio en LaLiga con una victoria muy trabajada. Una expulsión en el ecuador de la segunda mitad resultó decisiva para el devenir del juego y el resultado. Fer Niño, con una gran definición, puso el 0-1 en el marcador y este no se movió hasta el pitido final. Luis García Plaza introdujo varios cambios en el once, que lucía así: Reina; Maffeo, Valjent, Russo, Oliván; Baba, Galarreta; Mboula, Dani Rodríguez, Take; Abdón. Por su parte, Javier Calleja recuperaba a Ximo Navarro y partía con la siguiente alineación: Pacheco; Ximo, Laguardia, Lejeune, Duarte; Édgar Méndez, Manu García, T.Pina, Pere Pons, Rioja; Joselu.
En una primera parte que por momentos se convirtió en un correcalles se vio a dos equipos que buscaban crear peligro a base de enviar balones largos a Joselu y Abdón, referencias ofensivas de Alavés y Mallorca. No tardarían en llegar las ocasiones, la primera, en el 5’, un error de Russo permitía al conjunto babazorro poner un centro al área que Pere Pons remataría muy centrado, a las manos de un Reina que blocó muy bien el esférico. La réplica bermellona no tardó en llegar y De Galarreta probó a Pacheco, que envió a córner el disparo del centrocampista.
A partir de ahí el partido se trabó en exceso mediante faltas de ambos equipos y hasta mediado el primer período no se vería otra ocasión. De nuevo el equipo local intentaba batir la portería defendida por Manolo Reina, que reaccionó muy bien a un remate a bocajarro de Édgar Méndez. Respondía otra vez rápido el Mallorca vía Brian Oliván, el catalán lanzó un buen libre directo que no pasó nada lejos de la meta protegida por Pacheco. La ocasión más clara para los bermellones en el primer tiempo llegaría al final del mismo, un cabezazo certero de Mboula servido por Take pasaba cerquita de la portería.
La segunda parte empezaría sin cambios y con un Mallorca ligeramente más volcado en campo contrario que buscaba crear peligro sobre todo con saques de banda largos. En uno de los saques de banda que se sacó en corto Baba puso un gran centro que Abdón Prats remató de manera impecable, con la mala suerte de que el balón se estrelló primero en el larguero y luego en el palo. Luis García Plaza respondía a las sustituciones que realizaba su homólogo en el Alavés dando entrada a Fer Niño y a Battaglia por Abdón y De Galarreta respectivamente. El Alavés buscaba ir al ataque, pero no lo lograba y en el 66′ Rubén Duarte se iba expulsado después de ver una justa segunda amarilla. El Mallorca vio la luz y se lanzó al ataque a la vez que Salva Sevilla y Amath entraban al campo por Baba y Mboula. Apenas un minuto después de dicho cambio el Alavés tuvo la más clara para ellos, un libre directo lejano que prolongó Joselu para Guidetti provocó un enredo en el área que terminaría con un remate de Joselu que repelía Battaglia casi bajo palos con el muslo.
Esa fue la última ocasión del equipo de casa, que se echó atrás y vio como en el 80’ un gran pase de Salva Sevilla se convertía en asistencia después de que Fer Niño definiera con una gran vaselina ante Pacheco, éxtasis en el banquillo mallorquinista y cambio de mentalidad para defender el resultado. De perdidos al río, el Alavés introducía cambios ofensivos para crear un peligro que nunca llegó. El Mallorca mató el encuentro a partir de tener el balón y a partir de pasar dos minutos en el córner haciendo correr el reloj sin que nada relevante pasara en el césped. Victoria a domicilio que evidencia que a este equipo se le sigue dando bien esto de coger el avión, 4/6 puntos en un gran inicio tanto de juego como de resultados para el Mallorca, que anecdóticamente se coloca líder provisional y demuestra que ha vuelto para quedarse.