RCD Mallorca y Levante UD se vieron las caras en el Visit Mallorca Estadi en lo que fue el duelo correspondiente a la trigesimoquinta jornada de campeonato liguero en Primera División. El choque entre bermellones y granotas cedió del lado local (2-0) y los tres puntos se quedaron en casa tras los goles de Juan Camilo Hernández y Take Kubo.
Vicente Moreno recuperó a Martin Valjent y a Ante Budimir para la ocasión, y no los desaprovechó. Junto a los dos ex Serie A, el técnico valenciano aunó a sus hombres de confianza para afrontar el que con certeza se antojaba como el partido más trascendental de cara a lo que resta de campaña. Aún sin Lumor, el elegido para desempeñarse por el costado zurdo volvió a ser Fran Gámez. Por su parte y ya con los deberes hechos, Paco López apostó por sus mejores piezas para juntar un equipo que apuntalaron José Luis Morales y Roger Martí.
Los de casa arrancaron con dinamita bajo las botas. Sin que se hubieran cumplido 120 segundos de juego, los de rojo y negro ya habían contado con un buen manojo de ocasiones que bien hubieran podido suponer el primer tanto de la tarde. Tras el primer vendaval, el Levante no tardó en dominar la posesión y empezar a mirar cada vez más de cerca los dominios de Manolo Reina. Campaña, Radoja y Melero se hicieron dueños del medio de campo, pero los centrocampistas de casa contuvieron bien la posición y aguaron la mayoría de intentonas que partían por el carril central. Alejandro Pozo tuvo tarea defensiva con Morales y no bordeó el área rival en exceso, pero en una de sus primeras apariciones en la zona de peligro sirvió un magnífico centro en el minuto 40 que el ‘Cucho’ Hernández testeó a la red, encontrando así la deseada ventaja con la que el Mallorca casi siempre sabe sufrir. 1-0, y a los vestuarios.
La segunda parte fue otra cosa. El cuadro balear asumió rápido el papel de defensor, y aguantó las acometidas constantes de un Levante que, por momentos, mereció encontrar el premio del empate. Borja Mayoral, Hernani, Sergio León y Rochina refrescaron la zona ofensiva en la que Martí y ‘El Comandante’ no encontraron premio alguno, pero entre Manolo Reina y la sociedad Valjent-Raíllo sacaron el partido adelante. Y cuando la fiesta moría, la guinda: Takefusa Kubo aprovechó una triple ocasión fallida para anotar tras un cuarto rebote que le cayó al nipón cerca del área pequeña. El 2-0 mató el partido y cerró todas las vías a un Levante que lo intentó hasta el final.
El Mallorca respondió en la primera final de las que le quedan para obrar el milagro total; salvar la categoría. Sin lesionados, sin amonestados y con las opciones aún muy vivas para dar caza a Alavés, Celta o Eibar. Los de la isla se acaban a un sueño que cada vez deja más atrás la etiqueta de imposible.