Diez jornadas ha estado sin perder el Ibiza en Liga. Los que van de la visita al campo del Celta B –24 de noviembre– al partido que ha jugado este mediodía en A Malata, el estadio del Racing Club de Ferrol. Dos viajes a Galicia que terminan con idéntico resultado: derrota por la mínima. Queda entre medias una racha para el recuerdo y cinco partidos consecutivos –los cinco que se han jugado antes del encuentro de hoy– dejando la portería a cero. En la Ría de Ferrol, sin embargo, el Ibiza no ha podido mostrar la misma solidez. Un serio Racing, que venía remontando el vuelo tras ganar la pasada jornada a domicilio en la ciudad deportiva del Sporting de Gijón, se ha valido de un tanto de Joselu para desequilibrar el marcador. No marcaba el atacante verdiblanco desde el pasado 14 de diciembre. Hoy se ha desquitado transformando en una vaselina que salvó la salida de Germán Parreño un gran pase que le puso Jon García, que debutaba hoy con los ferrolanos tras llegar procedente del Pontevedra en el mercado invernal. Quintanilla se lesionó cuando trataba de alcanzar en carrera al pichichi verdiblanco.

El partido tuvo pocas jugadas de peligro. Los dos equipos, pese a la distancia que les separa en la clasificación, estaban muy igualados. El Ibiza intentó, sobre todo en el primer tiempo, controlar la posesión. Las líneas racinguistas, bien plantadas, provocaban que la pelota circulara con poca fluidez cuando los celestes atravesaban la línea central. La primera ocasión llegó al cuarto de hora. Germán estuvo atento para atrapar un cabezazo de Jon García al rematar una pelota que peinó Fer Beltrán tras un saque de córner. Llegar al área contraria era complicado para los dos adversarios. No pudo responder el Ibiza hasta el minuto 39. La primera aparición clara de los celestes también fue a balón parado. Raí forzó una falta en el costado izquierdo del área. La pelota estaba cerca de la frontal, a una distancia de la portería de Diego Rivas ideal para un lanzador como Javi Lara. El cordobés puso la escuadra ferrolana en su punto de mira y disparó un balón que no se fue muy lejos del marco. La oportunidad animó al Ibiza, que se fue al vestuario atacando con insistencia al Racing.

La reanudación trajo un cambio y un gol. Antes del pitido inicial, Emilio Larraz sustituyó a Armental por Rodellar, que tenía amarilla. No habían disputado ni un minuto gallegos e ibicencos cuando Joselu desniveló el marcador. La mala noticia para el equipo celeste es que un partido tan igualado se le había puesto cuesta arriba en un pestañeo. La buena, que disponían de una parte casi entera para reaccionar. Pablo Alfaro tuvo que retirar a Quintanilla obligado por las molestias físicas del central bilbaíno, detectadas en la jugada del gol gallego. Entró Rubén para formar pareja con Mariano en el centro de la defensa. Al Racing le sentó bien ir por delante en el marcador. Empezó a acercarse a los dominios de Germán en busca del segundo gol y no tuvo que preocuparse en defensa hasta que un chut lejano de Raí, que se fue alto, hizo reaccionar al Ibiza. Justo después, Cirio suplió a Caballé. La aparición del capitán le dio otro aire a los ibicencos. No llevaba Cirio ni dos minutos en el césped cuando se asoció con Pierre Cornud en el pico izquierdo del área ferrolana. Una pared con el francés permitió al ’10’ abrirse espacio para un disparo que se encontró con la madera. La jugada no murió ahí: el balón le cayó al lateral zurdo francés, pero su disparo no encontró puerta. Al Ibiza no le quedaba otra opción que la de volcarse en ataque.

El tridente Raí–Rodado–Caballé se convirtió en un dúo de arietes formado por el mallorquín y Diego Mendoza, que salió del banquillo a falta de quince para el final, con Cirio haciendo de enganche. Un cabezazo del argentino fue la penúltima ocasión celeste. La última del Ibiza volvió a tenerla Cirio, ya en el minuto 94. La bocina estaba a punto de sonar cuando el de Badalona estuvo muy cerca de acertar con un disparo desde el corazón del área. Antes de chutar, Cirio, igual que el resto de sus compañeros, tenían un brazo levantado: todos reclamaban penalti por un derribo sobre Javi Pérez (que desde el suelo se la había cedido a Cirio después de recibir un balón peinado por Rodado en la frontal) que el árbitro no cobró.