Finalizó la primera vuelta de LaLiga y el liderato vuelve a ser compartido por Barcelona y Real Madrid mientras Atlético y Sevilla comparten posición en Champions. Por abajo, el Mallorca se mete en problemas y se une a Leganés y Espanyol en posición de descenso. Concluye la primera etapa con poco fútbol y apenas sorpresas.
Pues sí, diecinueve jornadas después, casi cinco meses más tarde, el Barcelona y el Real Madrid comparten un liderato habitual. Está claro que jugando mejor o peor ambos son superiores al resto por plantillas, poderío económico, imagen… El Atlético, muy reforzado en verano, continúa con su irregularidad aunque ha conseguido certificar su tercera plaza, la que le corresponde en principio. Y el cuarto lugar es para un Sevilla muy mejorado este año de la mano de Lopetegui aunque precisamente ha sido en su estadio donde más ha fallado. Ha cedido nada menos que doce puntos ante su afición y eso es un hándicap si pretendes pelear con los dinosaurios que te preceden.
Este fin de semana el líder pinchó ante su máximo rival deportivo y de la ciudad, el Espanyol, después de encajar un gol en los últimos minutos, como ya le sucedió en San Sebastián y en Pamplona. Tres veces ha repetido la jugada el cuadro de Valverde, que no espabila. Comienza por detrás, remonta y no es capaz después de certificar la victoria. Los puntos se escapan, vuelan, y no vuelven jamás. Ahora no se nota, pero en mayo esos puntos pueden resultar indispensables. No obstante, el partido blaugrana fue plomizo y sólo vimos algo de fútbol durante los primeros treinta minutos de la segunda mitad. El resto fue un choque de nervios y despropósitos por ambas partes. Ah, por cierto, De Jong fue expulsado por doble amarilla tras un partido muy flojo, como el de Rakitic y Messi. De Griezzman, desaparecido un día más, no hablaremos. El mejor fue Luis Suárez, aunque el esfuerzo del charrúa, su gol y su asistencia no sirvieron más que para sumar un punto e igualar al Real Madrid, que había derrotado de forma contundente al Getafe. Precisamente los de Zidane no jugaron un buen partido, pero cuando peor lo estaban pasando, cuando más sufrían y Courtois salvaba varios goles casi cantados, llegó el gol de Varane tras una pésima salida de Soria. El tanto golpeó con fuerza la moral azulona, que en el segunda mitad se cayó definitivamente tras el segundo gol del francés. El gol de Modric, en el descuento, fue una anécdota. Así las cosas, a pesar del mal juego blanco, tres puntos más e igualdad con el Barcelona. La segunda vuelta promete ser más apasionante.
El Atlético sumó otra victoria en el Wanda frente al Levante en un buen partido que debió ganar con solvencia pero que a punto estuvo de igualar. Como es habitual los de Simeone fallaron muchos goles y al final dos paradas de Oblak evitaron el empate. Urge un delantero en los colchoneros, así que habrá que ver si llega finalmente Cavani. Volvió a ceder el Sevilla, frente a un Athletic que dominó la primera mitad pero que fue superado por los de Lopetegui en la segunda. Al final, reparto de puntos y frenazo para los sevillistas. También frenazo para la Real Sociedad, que se puso por delante ante el Villarreal pero que al final tuvo que inclinarse tras los goles de Trigueros y Cazorla. Es curioso pero el submarino se ha convertido en la kriptonita de la Real. Sólo ha conseguido derrotarle en tres ocasiones después de diecisiete partidos en Anoeta. Desde luego, un hecho digno de estudio.
No hay tregua en la zona roja, donde ya suenan las alarmas. El Leganés rascó un meritorio empate en Valladolid y pudo incluso llevarse todo el botín pero al final el conjunto local logró igualar y al menos sumar un punto. Aún así, está claro que el conjunto madrileño es otro desde la llegada de Aguirre al banquillo y parece que va a más. El Celta salió del descenso aunque por goal average. Empató con Osasuna y este punto le permite superar al Mallorca, que recoge la posición dejada por los gallegos. Un Mallorca cada día más hundido y parece que con escasas posibilidades de recuperación dadas sus innumerables carencias. Volvió a perder en Granada en un mal partido, sobre todo en un primera mitad pésima en la que concedió un gol y varias ocasiones salvadas por Manolo Reina. Tras el paso por el vestuario el cuadro bermellón mejoró, pero su falta de gol fue evidente una vez más y al final salió con la derrota bajo el brazo. Mal se ponen las cosas para los de Moreno, que no transmiten buenas sensaciones. Parece un equipo roto, sin moral, con pocas opciones ofensivas, sin ideas, que en defensa concede demasiado a sus rivales. Así es muy difícil. El panorama se complica porque ya se ha colocado en puestos de descenso -igualado con el Celta, que sale del lío- aunque resta toda la segunda vuelta. Pero urge una reacción clara y evidente ya.
Finalmente, destacar el triunfo por la mínima de un Valencia que se acerca a plazas europeas ante un Éibar que no termina de sumar puntos y continúa asomado al abismo. Y reparto de puntos entre Alavés y Betis en un partido flojo que no dejó prácticamente nada para contar.