El Ibiza engrasó su maquinaria para imponerse este mediodía al Melilla. En un duelo de viejos conocidos, los ibicencos volvieron a salir victoriosos por tercera vez en otros tantos partidos oficiales contra el club norteafricano. El Melilla necesitaba sumar para no seguir perdiendo comba con la zona alta del grupo I, pero se ha encontrado delante a un equipo muy serio, con mando en el centro del campo y pegada en el área rival. Con esos materiales el Ibiza sigue fortificando la ciudadela de Can Misses, un campo donde acumula seis victorias en los ocho partidos disputados en casa esta temporada.

Con seis novedades respecto el equipo titular que salió el domingo pasado en Vigo, el Ibiza ha demostrado que posee fondo de armario para refrescar a la plantilla y, al mismo tiempo, adaptarse a cualquier clase de compromiso. A los dos minutos de juego ya habían disfrutado los celestes de un lanzamiento de córner, pero fue en el octavo cuando Rubén, con un cabezazo, sumó la primera ocasión a la estadística. Después Rodado, que marcaría dos goles y elevaría a ocho su cuenta particular esta temporada, probó fortuna con un chut desde la frontal que salió mordido al golpear en un defensa melillense.

Los azulinos (hoy de rojo) no consiguieron poner un balón en los dominios de Lucas Anacker hasta el cuarto de hora. Tras un par de centros del Melilla sin demasiado peligro llegó otro arranque ibicenco. Morillas, con un centro que atrapó Oleaga, y Javi Pérez, disparando desde lejos, también a los guantes del arquero visitante, se encargaron de avisar. No perdonaría Rodado en el minuto 20: recorte para internarse en el área pasando entre dos marcadores y definición inapelable al palo largo.

El gol a favor no sació al Ibiza. Más bien, espoleó la ambición de los insulares para ampliar su ventaja. Las aproximaciones al área melillense, en jugada o balón parado, se fueron acumulando hasta que Diana cometió una clara falta sobre Sergio Cirio que le valió la tarjeta amarilla. El balón estaba junto a la raya que sirve de frontera al área grande. Algo más atrás había tentado a la suerte Javi Pérez un minuto antes con un trallazo que se marchó desviado. El ‘17’ fue, como en el primer gol, el prologuista del tanto que marcaría Javi Lara. El cordobés es uno de los mejores francotiradores de la categoría: fijó la mirilla en la escuadra izquierda y superando la barrera con una parábola perfecta que dejó clavado a Oleaga hizo buena la falta forzada por Cirio. Era el minuto 42 y sin más noticias se llegó al descanso.

La reanudación trajo dos cambios en el Melilla (entraron Ortega y Hicham) y una tarjeta tempranera para Sergio Cirio. Mientras Manolo Herrero quería que su equipo mudara el carácter para aferrarse al partido, Pablo Alfaro prefirió cambiar a su capitán (entró Núñez por Cirio) para evitar riesgos innecesarios. El Ibiza había poblado el centro del campo para tener aún más la posesión, pero se encontró con el gol melillense. Ceberiodisparó fuerte desde lejos y obligó a Lucas a intervenir para mandarla a córner con un paradón. Desde la esquina recortó distancias el cuadro visitante. Richi se desmarcó para cabecear a gol y darle emoción a un partido al que le quedaba casi media hora.

El Ibiza supo rehacerse. Pese a que el Melilla apretó y enlazó sus mejores minutos de juego, los celestes decidieron expulsar los posibles nervios atacando. Dos minutos después de recibir el 2-1 Miguel Núñez demostraba con un chut alto que los ibicencos seguían bien anclados al partido. Ni siquiera una sucesión de tarjetas amarillas en pocos minutos descentró al Ibiza. Los locales tenían claro que había que fabricar un tercer gol para respirar tranquilos. Nuevamente, una ocasión clara precedió al festejo generalizado en Can Misses. Rodado trazó un eslalon lejos de su hábitat natural que Ortega tuvo que detener en falta. Morillas (Fran Carbiahabía entrado por Javi Lara unos minutos antes) estuvo a punto de convertir un golazo con su golpe franco: la zurda del murciano puso la bola muy cerca de la escuadra derecha del marco.

Era el minuto 86 y, apenas unos segundos después, llegaría el 3-1. Esta vez recibió Rodado dentro del área. El pase que le dio Caballé lo controló el mallorquín con espacio suficiente para pisar la bola, darse la vuelta y ponerla junto al palo. La estirada de Oleaga fue en vano. Rodado se marchó entre los aplausos de una afición entregada que le dio la bienvenida al verde a Diego Mendoza cuatro jornadas después de su última aparición. También salió de la enfermería después de un mes y medio Gonzalo de la Fuente, que jugó todo el encuentro y desde la sustitución de Cirio lució el brazalete de capitán. Dos buenas noticias más para un Ibiza que llega entonado al último mes de 2019. Gasolina perfecta para encarar diciembre, un exigente sprint que terminará con el debut en Copa del Rey y el derbi insular contra la Peña Deportiva.