Un gran primer paso

La Primera División regresó por todo lo alto al estadio de Son Moix, donde Real Mallorca y Eibar se vieron las caras en lo que fue el inicio de la competición liguera para ambas escuadras. La vuelta a la élite balompédica se antojaba ilusionante a la par que complicada, pero finalmente acabó siendo un camino de rosas para el bando local, que sumó los tres primeros puntos de la temporada tras vencer al por 2-1 al conjunto de José Luis Mendilibar.

Vicente Moreno alineó a los esperados, sin mucha sorpresa. El técnico valenciano dejó que los pesos pesados del vestuario tomaran protagonismo desde esta primera jornada. Y las cosas no pudieron arrancar mejor. Tras sólo cinco minutos de ligero dominio por parte del cuadro celeste, Aleix Febas robó un balón en la zona media del verde y asistió a Dani Rodríguez para que el gallego, acompañándolo con una gran carrera, firmara el primer tanto de la tarde tras batir por bajo a Marko Dmitrović.

El gol fue el desencadenante de algunos acontecimientos dignos de mención que sucedieron a continuación: primero, la inyección de moral para el Mallorca y segundo, el temprano cambio de fichas del Eibar. Ante Budimir y Lumor gozaron de oportunidades para ampliar por dos la renta inmediatamente después de que el electrónico variara, pero la suerte no cayó de su parte. Y unos minutos más tarde, harto de la debilidad que concedió su equipo durante más de 15 minutos, José Luis Mendilibar agotó su primera sustitución, incorporando a Edu Expósito en detrimento de Escalante. Y funcionó, ya que el Eibar fue el equipo que llevó el timón del partido en los últimos minutos del primer acto, con un Fabián Orellana inspiradísimo que nutrió de centros a Sergi Enrich y a Kike García, pese a que estos últimos no supieron aprovecharlo. 1-0 en el electrónico, descanso y a recargar las pilas a vestuarios.

La segunda parte fue otra historia. El conjunto visitante entró a morder desde el primer minuto de la segunda parte y, tras alguna que otra ocasión desbaratada por Manolo Reina, el Eibar encontró el justo premio del empate en las botas de Paulo Oliveira cuando se llegaba a la hora de partido, que aprovechó un rechace en el área pequeña tras un saque de esquina. Y a partir de ahí, el intercambio de golpes fue constante, haciendo notar el cuadro vasco un superior dominio de las emociones, fruto del oficio con el que cuenta el cuadro de Mendilibar. Pero Moreno también tenías un as en la manga, y así lo demostró. Alex Alegría y Aleksandar Trajkovski le dieron al Mallorca una dosis de oxígeno que bien supo aprovechar el equipo balear, que tras una cabalgada con centro del jugador macedonio, vio como otra vez Oliveira anotaba de nuevo, pero esta vez en la portería equivocada. 2-1, una nueva renta y algo más de un cuarto de hora para protegerla.

Y así fue. El que tiró de oficio finalmente fue el cuadro balear, que supo administrar la ventaja en el marcador e hizo todo lo posible para que se jugara más bien poco. Un inicio de ensueño para un equipo que necesita los puntos como el comer desde la primera jornada. Tres puntos, un notable alto y toda una semana para preparar el próximo compromiso liguero ante la Real Sociedad, el segundo de los equipos de esta Primera División que jugará este año en Son Moix.