Todo está listo para que la decimoctava jornada de competición doméstica en Segunda División eche a rodar. En la misma, el Real Mallorca de Vicente Moreno volverá a ser protagonista de uno de los mejores encuentros del fin de semana futbolístico en la categoría de plata: El Molinón y el Real Sporting de Gijón de José Alberto López aguardan más allá de un par de horas de avión.
Un estadio histórico, una afición entregada año tras año, pero un equipo que parece no matar ni a una mosca. Y es que de los guajes asusta todo menos ellos mismos. Los asturianos cambiaron de entrenador hace unas semanas después de un inicio muy dubitativo: Rubén Baraja fue despedido porque los resultados no acompañaron al equipo blanquirrojo. Desde la llegada de López, los norteños no conocen la derrota y no porque los rivales hayan sido fáciles: Granada, Tenerife, Eibar y Elche para dos victorias y dos empates. Un balance más que positivo para un equipo que se sitúa en la parte media de la tabla.
El joven técnico asturiano apuesta por un 4-3-3 que puede variar en según de los componentes del once, pero la idea es clara: ceder la posesión, proponer un fútbol directo y sacarle el máximo de partido a las (pocas) ocasiones favorables.
Por su parte, el Mallorca viene de uno de las derrotas que más le ha dolido en este curso; el 1-2 ante el Málaga en Son Moix. Aun así, lo que sí confirmó dicho partido de fútbol fue la vuelta a la comunión total con la parroquia y, eso, motiva a cualquiera para sacar algo positivo en Gijón. Sin Aridiai ni Salva Ruíz, pero con todos los demás jugadores disponibles para lograr algo positivo en Asturias, tierra de oportunidades con un billete a los puestos de play-off.