Pongámonos en contexto. Es 4 de junio de 2017. El RCD Mallorca empata en casa del Mirandés y se consuma el descenso a Segunda B. Empieza una nueva realidad para un club histórico en el panorama nacional. Una equipo que ha participado en la Champions League y que ha conseguido ganar una Copa del Rey. El Mallorca se convertía en un equipo no profesional.
Diez meses después la situación, al menos anímicamente, ha cambiado. Los cambios no siempre son buenos, y menos si hablamos de un descenso. Pero qué demonios, esta temporada no la cambio por nada. Lo que el Mallorca como club ha aprendido -y está aún aprendiendo- es algo que era muy necesario. La entidad necesitaba empezar de cero. Traer jugadores con compromiso y sudar cada domingo la camiseta. Ver a una afición volcada y entusiasmada. Comprender que el fútbol es más que un deporte. Saber qué es tocar el fondo y, juntos, ir subiendo escalón tras escalón para volver donde el Mallorca se merece estar.
Un punto. Solo un punto más. Un penúltimo esfuerzo para dar un paso más en el objetivo del ascenso. Ir a Sabadell a ganar. Volved a la isla con el trabajo realizado y esperar unas semanas para sellar una fantástica temporada. Lo que queda no será nada fácil, todo lo contrario. Queda lo más complicado. Pero hay que tener en cuenta una cosa: este equipo, este año, puede con todo. Lo hemos visto jornada tras jornada. Cuando parecía que en casa del Badalona se sumaría la primera derrota, apareció Joan Sastre; cuando casi se pierde en el Rico Pérez, apareció Lago Junior; cuando parecía que el derbi contra el Atlético Baleares quedaría en tablas; apareció Álex López.
El último paso es el más complicado, sí; pero el más bonito. Recuerdo el último paso atrás que dio la entidad. Y sí, volvemos a Miranda del Ebro. Allí se vio a una afición hundida. Hoy, en cambio, da igual estar en Segunda B. Los aficionados bermellones son felices. Felices de ver a su equipo luchar en una categoría que no le corresponde. Felices de ver cómo, cuando las cosas se hacen bien, se obtienen los resultados deseados. Felices de ser del Real Club Deportivo Mallorca.