La vigesimoquinta jornada liguera del Grupo III de la Segunda División B obligó al Real Mallorca de Vicente Moreno a viajar hasta Catalunya para medirse a la Llagostera de Óscar Álvarez. El partido fue de todo menos un espectáculo. El partido disputado en la Costa Brava fue un encuentro bronco, poco vistoso y especialmente marcado por una pésima actuación arbitral. El partido se ha saldado con un empate (0-0) sin goles, un resultado más que positivo para los visitantes ya que tuvieron que jugar más de una hora de partido con un hombre menos.

En la primera parte se vió de todo menos juego vistoso. Balones largos, imprecisiones y un cuero que no pasó en ningún momento por el centro del campo. Vicente Moreno apostó por el once ya habitual. Xisco Campos volvió a ser titular junto a Antonio Raíllo tras el descanso que le dió el técnico valenciano ante el Ontinyent. Y de todo menos fútbol, la verdad. Al Mallorca le costó un mundo entrar en el partido. De hecho, hasta que lo consiguió, el Llagostera fue el mejor equipo sobre el verde. El árbitro fue el protagonista desde le minuto uno. El colegiado forró a los visitantes de tarjetas amarillas desde el primer minuto. Quizás lo único que hizo bien el suso dicho en la primera parte fue expulsar a Álex López por una agresión sobre un jugador local. En ese momento empezó otro partido.

La expulsión del delantero valenciano cambió el planteamiento de la segunda parte. Los bermellones se replegaron bien y soportaron las acometidas de los azulgranas hasta el último suspiro. Manolo Reina y compañía impidieron que la fiesta catalana fuera completa, pese a que un punto ante el indiscutible líder de la categoría nunca puede ser del todo malo. 0-0, reparto de puntos y un partido de los que se aprenden muchas cosas pese a no ganar. Alejandro Faurlín debutó en la segunda parte y dejó un buen sabor de boca en los minutos que estuvo sobre el tapete.

Un valiosísimo empate a domicilio. Un buen punto que puede ser aún mejor si el Mallorca logra una victoria ante el Alcoyano en Son Moix el próximo domingo. Pero para eso, aún queda una semana de intenso trabajo para preparar otro partido que no va a ser nada fácil, otra final más con el objetivo de ser campeón de grupo en mente.