No es Navidad hasta que no echan por la televisión Solo en Casa (1990). Quien no ha querido ser Kevin McCallister, quedándose solo en su morada comiendo porquerías y haciendo en resumidas cuentas lo que te diera la real gana. Eso sí, la película estimulaba un Kevin artificialmente divertido las veinticuatro horas. Más mayor, en una edad donde ya sale el bello, afirmabas que anteriormente ni de coña te quedabas solitariamente días seguidos en tu casa. La familia, estructurada en el hogar del cliché americano, fue el símil de Vicenç Grande en el Mallorca. Harry y Marv, los ladrones, serían Biel Cerdà en el papel del caco más espabilado (en la película anunció la frase de en «¿qué casa atracamos primero?»), Serra Ferrer, por otro lado, interviniendo menos consciente en el atraco. Y Kevin es el aficionado mallorquinista que, para más libertad y suerte del chico, pudo defenderse y defender su casa. La casa del Mallorca estaba embargada. Al final Macaulay Culkin, el Kevin de verdad, siguió ingiriendo mierda más literal y continuó con la vida de desproporciones. Ahora hace cameos en la lucha libre lamentables.

El turrón, entonces, no se destapa hasta el visionado del film. Pero parece ser que algunos lo hayan estrenado con anterioridad. La primera vuelta del Real Mallorca, treinta y seis años después en Segunda B, ha terminado con algún posible engerimiento de dulces por parte de sus jugadores. Aun así, el equipo ya se sitúa en el grupo selecto del futbol no profesional sin haber perdido un solo encuentro hasta ahora en esta temporada. Amontona exactamente 214 días sin perder. En contrapunto, los cuatro empates seguidos muestran el agravante de las lesiones (Ferran Giner y Lago Júnior) y en mayor grado una bajada del acierto en ataque. Le ampara el colchón viscolátex de puntos. Igualmente, Vicente Moreno pedirá para Reyes algún jugador para reforzar la plantilla. En las primeras líneas de una inacabada carta a los Reyes Magos aparece el nombre de un atacante. El técnico valenciano no puede esconder el bache que ha atravesado su equipo. Se le pudo ver en el último encuentro con traje por primera vez. Ya lo hizo el gran Valeri Karpin a la inversa. El «chandal Kapin» le fraguó finalmente poco efecto. Casi tres semanas sin competir tendrá el conjunto mallorquín. Muchas veces resetear es lo mejor. En sede Génova les fue de provecho. Mal o bien, el Mallorca aun sigue Solo en Segunda B.

El técnico de Massana lucía el traje en el último partido del año. No sirvió de amuleto para romper la racha de empates.Tendrá que esperar hasta el 2018.