Otra vez el RCD Mallorca encadena dos empates consecutivos. Esta vez con el incentivo de que el equipo balear no ha sido capaz de anotar en ambos partidos. No es una crisis, los números, además, permiten este tipo de tropiezos. Pero lo significativo es el cómo han llegado. Parece que los rivales han aprendido la lección, estudian al Mallorca y juegan ante ellos con el claro objetivo de no perder.
Al Real Mallorca le cuesta ganar cada vez más. Es innegable decir que el conjunto bermellón está a un enorme nivel -los números lo corroboran clarísimamente- pero también es innegable confirmar que los rivales estudian mucho mejor al Mallorca. Un claro ejemplo son los dos últimos partidos ante Olot y Sabadell.
Los rivales no juegan igual que contra otros rivales. En el último partido en Son Moix contra el Sabadell se le preguntó a Vicente Moreno sobre el esquema con el que había jugado el conjunto catalán. El mister bermellón reconoció que el Sabadell no jugó igual que en anteriores encuentros. Y es que los rivales, cuando juegan contra el Mallorca son otros. Son diferentes. Encaran el partido con otro objetivo.
Defensa de cinco y a la contra. Lo vimos el pasado domingo, pero no fue la primera da vez. Sobre todo en Son Moix, los rivales del Mallorca vienen con el claro objetivo de puntuar. Cambian sus sistemas y se centran en defender. El Sabadell, como bien explicó Vicente Moreno, suele jugar con un 4-4-2. Sin embargo, contra el Mallorca lo hizo con una densa más poblada. Los catalanes se encerraron y buscaban dar la sorpresa a la contra.
El Sabadell es un ejemplo, ya que muchos otros rivales le han jugado al Mallorca de esta misma forma. En el partido ante el Hércules ya se vio que la tendencia de los rivales en Son Moix era clara: encerrados atrás, estar bien ordenados, buscar una contra, perder un poco de tiempo, puntuar y volver a casa felices. Pero es lo que tiene enfrentarse al líder invicto. Un equipo que se vuelca en marcar pero que cuando se le planta un rival de dichas características, les cuesta.