Los Acuñas y Colungas
quedan lejanos. Como ya ocurriera en la primera etapa del Real
Madrid de Florentino Pérez con los Zidanes y Pavones, acuñado en
base a lo que sería un proyecto estructurado mezclando “galácticos”
con canteranos y que a la postre la clase media no llegó a
subsistir. En el caso del conjunto mallorquín, Acuña y Colunga ni
son canteranos ni “galácticos” y la continuación de estos dos
futbolistas en el once de Fernando Vázquez parece haber finalizado.
El culpable: Alfredo Ortuño. El delantero murciano demostró una vez
más que tiene que ser la referencia del Real Mallorca. Y, a estas
alturas, no tiene competencia. Lo que no acaba de encajar es el por
qué de una mediana travesía en el retiro del banquillo. A día de
hoy es inexplicable. Alguna razón habrá porque, aparentemente, se
percibe un despilfarro de tiempo, ligado a resultados, de no alinear
a un futbolista que multiplica el peligro bermellón.
quedan lejanos. Como ya ocurriera en la primera etapa del Real
Madrid de Florentino Pérez con los Zidanes y Pavones, acuñado en
base a lo que sería un proyecto estructurado mezclando “galácticos”
con canteranos y que a la postre la clase media no llegó a
subsistir. En el caso del conjunto mallorquín, Acuña y Colunga ni
son canteranos ni “galácticos” y la continuación de estos dos
futbolistas en el once de Fernando Vázquez parece haber finalizado.
El culpable: Alfredo Ortuño. El delantero murciano demostró una vez
más que tiene que ser la referencia del Real Mallorca. Y, a estas
alturas, no tiene competencia. Lo que no acaba de encajar es el por
qué de una mediana travesía en el retiro del banquillo. A día de
hoy es inexplicable. Alguna razón habrá porque, aparentemente, se
percibe un despilfarro de tiempo, ligado a resultados, de no alinear
a un futbolista que multiplica el peligro bermellón.
Es una constancia: El
Mallorca marcha antes de tiempo. Normalmente dejar las cosas a
medias te encarrila a transitar a remolque del rival y este suele
encontrar el premio. El míster gallego, con un mareo incompresible
sobre la formación del tablero de su equipo previo al partido,
apostó otra vez por el sistema que más equilibrio le está dando:
el trivote sin repuesto. Tres en el medio insustituibles, simplemente
porque no hay más mediocentros. Sin embargo, no carburó como en El
Alcoraz. Sissoko volvió a sacar la nota más alta, mientras que
Damià y Yuste no supieron ubicarse ni en fase ofensiva ni en
defensiva y estar bien colocados en el puzle 3-3-3-1 del Mirandés.
Los bermellones acaban de más a menos. Una costumbre incrustada.
Mallorca marcha antes de tiempo. Normalmente dejar las cosas a
medias te encarrila a transitar a remolque del rival y este suele
encontrar el premio. El míster gallego, con un mareo incompresible
sobre la formación del tablero de su equipo previo al partido,
apostó otra vez por el sistema que más equilibrio le está dando:
el trivote sin repuesto. Tres en el medio insustituibles, simplemente
porque no hay más mediocentros. Sin embargo, no carburó como en El
Alcoraz. Sissoko volvió a sacar la nota más alta, mientras que
Damià y Yuste no supieron ubicarse ni en fase ofensiva ni en
defensiva y estar bien colocados en el puzle 3-3-3-1 del Mirandés.
Los bermellones acaban de más a menos. Una costumbre incrustada.
La sentencia se paseó
por Son Moix. Y tal como vino se fue. Vázquez puso toda la
artillería arriba y, lo más importante, entre ellos conectaron pero
en la primera mitad perdonaron. Y en esta categoría no se puede
patinar tanto delante del área rival. Además, con el paso de los
minutos, la deficiencia era gradual dividida esta en líneas. Con una
celeridad excesiva, el míster gallego revolvió el aspecto más
eficiente y ordenado: la delantera, viendo como detrás del ataque el
rendimiento era insuficientemente mayor que con el tiempo el medio
campo se quedaba sin pilas y la defensa, mucho más marcado con el
partido de Huesca entre semana, le pegaban bajones de azúcar. Otra
vez, y ligado al único gol del rival, David Costas volvió a ser uno
de los “trending topics” del partido y Timon sigue sin confianza
con una portería que se le hace cada vez más grande. Ya en rueda de
prensa, Vázquez comparó su equipo ideal como un boxeador
conservador que “a veces tú golpeas pero lo haces fuerte”.
Faltan doce combates finales y, por ahora, Son Moix no ha sido un
cuadrilátero y Vázquez ha tenido que curar más cejas que levantar
el puño con su púgil. Habrá que subir más escaleras.
por Son Moix. Y tal como vino se fue. Vázquez puso toda la
artillería arriba y, lo más importante, entre ellos conectaron pero
en la primera mitad perdonaron. Y en esta categoría no se puede
patinar tanto delante del área rival. Además, con el paso de los
minutos, la deficiencia era gradual dividida esta en líneas. Con una
celeridad excesiva, el míster gallego revolvió el aspecto más
eficiente y ordenado: la delantera, viendo como detrás del ataque el
rendimiento era insuficientemente mayor que con el tiempo el medio
campo se quedaba sin pilas y la defensa, mucho más marcado con el
partido de Huesca entre semana, le pegaban bajones de azúcar. Otra
vez, y ligado al único gol del rival, David Costas volvió a ser uno
de los “trending topics” del partido y Timon sigue sin confianza
con una portería que se le hace cada vez más grande. Ya en rueda de
prensa, Vázquez comparó su equipo ideal como un boxeador
conservador que “a veces tú golpeas pero lo haces fuerte”.
Faltan doce combates finales y, por ahora, Son Moix no ha sido un
cuadrilátero y Vázquez ha tenido que curar más cejas que levantar
el puño con su púgil. Habrá que subir más escaleras.