Partido tenso. Extraño. Brusco. Típico de Segunda División. Dos equipos cuyos objetivos son completamente distintos, han realizado un partido con muy pocas ocasiones, el cual se ha decidido ocasiones aisladas. Un doblete de Colunga, uno de penalti bastante dudoso, y otro de Ortuño, dejan los tres puntos en la isla.
La primera parte no tuvo dueño. No hubo ocasiones claras y el Mallorca no tuvo presencia en el juego. Errores y más errores en pases dominaban el juego bermellón. Juego que el Leganés no supo aprovechar, en todo el partido el conjunto madrileño únicamente tiró una vez entre los tres palos.
Durante los primeros 45 minutos la acción más sorprendente tuvo lugar en los banquillos. Vázquez sólo tenía jugadores de carácter ofensivo, exceptuando al portero, en el banco. Lo que él no esperaba es que, en el minuto 20, Campabadal se lesionaría tras un fuerte golpe en la cara. Pasaron cinco largos minutos hasta que el gallego reaccionó y dio entrada a Colunga, lo que provocó que Yuste retrasase su posición a la de central.
En el tiempo restante, más de lo mismo. Partido muy típico de esta categoría, muy denso y con muy pocas ocasiones. En la segunda mitad el Mallorca salió con la lección aprendida y cambió su juego. Pasaron ocho minutos y el marcador se movió. En el minuto 53, Colunga recibe un balón interior de Sissoko y bate al portero visitante.
Tras el 1-0 el Leganés intentó reaccionar, Garitano realizó un doble cambio pero todas estas modificaciones se anularon tras el segundo gol de Colunga, que transformaba un penalti bastante dudoso.
El Mallorca acariciaba una victoria bastante importante para sus intereses, haciendo una primera parte bastante mala. La sentencia del partido llegaba gracias a un gol de Ortuño, que finalizaba una contra por debajo de los pies del portero del Leganés.
Gran victoria del Mallorca ante el líder que ya suma cuatro partidos sin conocer la victoria. Los bermellones se alejan del descenso y los madrileños, eso sí, tienen aún muchas posibilidades de conseguir el ascenso.
