Quien más quien menos ha oído sobre la controversia que envuelve en estos momentos a Dani Parejo. El centrocampista del Valencia CF se ha visto atrapado en una espiral de críticas tras ser difundido un vídeo en el que aparece en estado de embriaguez.
No hay vídeo de por medio, pero no quita hierro al asunto. Tras la humillante derrota ante el Numancia, que dejó en evidencia a la plantilla en general y a algunos en particular, un grupo de jugadores del Mallorca decidieron aprovechar su estancia en Madrid para disfrutar de su vida nocturna. Es justo decir que estos ya disponían de su tiempo vacacional y que, consecuentemente, pueden disfrutar de su tiempo libre como deseen.
¿Era el momento adecuado? Rotundamente no. ¿Qué puede causar discordia dentro del vestuario? Es probable y entendible. Mientras unos decidieron, tras semejante derrota, descansar y, de alguna manera, mostrar su compromiso con el club y la afición, otros se encontraban en algún local de la capital disfrutando de sus -no muy merecidas- vacaciones.
Si la actitud fuera del campo está dejando mucho que desear, ¿que podemos esperar dentro del terreno de juego?
La pasividad mostrada por el equipo en el estadio de Los Pajaritos encendió las alarmas de la afición y, a buen seguro, de Maheta Molango. El consejero delegado deberá trabajar duro junto a Javier Recio durante la ventana de fichajes invernal en la llegada de refuerzos y sus consecuentes salidas.Por otro lado, Javier Olaizola deberá tomar cartas en el asunto con el fin de que esta salida de tono no se vea reflejada en el campo ni dentro del vestuario. No obstante, el donostiarra, en las dos semanas que lleva en el cargo, ha resaltado numerosas veces el buen ambiente que se respiraba en la plantilla.
Esperemos, por el bien del equipo y de la entidad, que este supuesto buen ambiente no se trunque durante el periodo navideño. Suficientes problemas tiene el equipo ya.