Espectacular jornada en LaLiga que nos deja a los dos grandes ya en solitario abriendo ligeras ventajas sobre sus perseguidores. Por abajo, el Granada no despierta mientras Osasuna y Sporting continúan con problemas.

El Barcelona derrotó al Sevilla en el partido de la jornada pero sufrió de lo lindo, sobre todo en la primera mitad. Sampaoli había preparado el choque a conciencia y sometió a una presión infernal a los culés, que se veían atrapados en una tela de araña que no tenía fin. Mientras el físico respondió sólo hubo un equipo sobre el campo, el hispalense. Le sirvió este juego para ponerse por delante pero al borde del descanso Messi, en un contragolpe letal, puso las tablas en el marcador. El gol y el cansancio pusieron plomo en las piernas de los jugadores sevillistas, que vieron cómo el Barcelona comenzaba a dominar con claridad, a crear -y fallar- claras ocasiones y a marcar un segundo gol que resultaría definitivo. Aunque nunca cejó en su empeño el Sevilla tuvo que inclinarse ante la categoría de los culés, o más bien de Messi, su buque insignia y -sin lugar a dudas- el mejor jugador del mundo. Victoria vital que deja ahora LaLiga en un mano a mano entre Madrid y Barcelona, al menos por el momento.

Porque precisamente mantiene el liderato una semana más el Madrid después de sentenciar al Leganés gracias a su ‘pegada’ y al buen momento de Bale. Los de Zidane apenas lanzaron a portería y lograron sus dos primeros goles cerca del descanso y gracias a dos rebotes en jugadas muy aisladas. Casi al final sentenció Morata, que volvió a su cita con el gol. El juego, no obstante, fue malo, pésimo, no existió en ningún momento. Con un centro del campo espeso y con un Cristiano negado no sólo ante el gol sino ante cualquier jugada, el equipo blanco sumó tres nuevos puntos que le mantienen en lo más alto y le alejan de algunos de sus perseguidores. Pero no emite buenas sensaciones, existe muy poco juego y menos combinaciones. Cristiano no sólo no marca, sino que se frustra y lo hace extensiva esa frustración a sus compañeros, a quienes reprocha que no le cedan el balón. Habrá que ver cómo afronta ahora este Madrid, ya con Modric, las próximas salidas ante Atlético y Barcelona. Precisamente los colchoneros cedieron en Anoeta después de un mal encuentro ante una Real Sociedad que ha cogido la ‘ola’ buena y suma sus últimos choques por victorias. Fueron superiores los donostiarras, como se encargó de recordar Simeone, y los puntos se quedaron en San Sebastián. Palo para un Atlético que nunca se encontró a gusto en el césped aunque tuvo ocasiones para ponerse por delante en el marcador. Pero el sábado no era el día y pierde posiciones con su vecino descendiendo a la quinta plaza de la calsificación.

Mientras, el Villarreal dejó muy tocado a Poyet y a su Betis gracias a dos bolazos de Trigueros y Soriano, lo que permite al submarino ascender a la tercera plaza demostrando que su traspié en la Europa League fue eso, un traspié. Por su parte, el Celta derrotó al Valencia en un enfrentamiento igualado que se desequilibró merced a un tanto de Guidetti avanzada ya la segunda mitad. Fue mejor el conjunto vigués, que supo reponerse al tempranero gol levantino para llevarse los tres puntos y ascender unos cuantos puestos en la tabla. Prandelli no termina de coger el hilo al Valencia. Ha perdido dos de los cuatro encuentros que ha dirigido y sólo ha obtenido 4 puntos de doce, escaso bagaje para que se le pueda considerar una revulsivo. Lo que está claro es que la plantilla no está compensada y que algunos jugadores están muy lejos de la categoría que se les presume. Tiene mucho trabajo el italiano. Como también tiene tarea Juande Ramos. El preparador del Málaga, pese a la victoria de su equipo ante el Sporting y a las múltiples bajas que suma, no termina de encontrar una línea de juego consistente. Los errores defensivos están siendo escandalosos todos los partidos y cualquier rival le puede condenar. En el centro del campo no se genera juego y en la parte de arriba hacen lo que pueden. Todo lo fía a las remontadas -en nueve de once encuentros ha comenzado por detrás en el marcador el Málaga- y a la pelea de los jugadores para ganar los tres puntos. Eso es jugar a la lotería todos los días, unas veces toca -pocas- pero muchas no. También obtuvo la victoria el Alavés en Pamplona dejando muy tocado al Osasuna y a su técnico, Enrique Martín. Un gol de penalti -la falta parece fuera del área- dio los puntos a los alabases para que aumenten las diferencias con los puestos de descenso. Puestos de los que va a resultar muy complicado salir al Osasuna, equipo con poca calidad y novato que está comprobando las dificultades de la máxima categoría. Por su parte, Las Palmas, también merced a un penalti transformado en el tiempo de descuento, se llevó los puntos ante el Éibar en un encuentro abierto, disputado y con ocasiones para ambos. Al final un error de la zaga vasca le permitió al cuadro insular sumar tres nuevos puntos.

Finalmente, se registraron empates en el Espanyol-Athlétic, resultado más que justo porque ninguno mereció llevarse la victoria pese a que ambos tuvieron ocasiones tras un encuentro espeso- y en el Granada-Deportivo, donde los gallegos merecieron más porque les fue anulado un gol legal que debió ser el 0-2 y podía dejar tocados a los locales. Pero no subió al marcador y posteriormente igualaron los locales, que bien pudieron perder casi al final si no es gracias a su portero, Ochoa, que rechazó a córner un disparo casi a bocajarro.

En definitiva, nos vamos al parón con el Madrid en cabeza y con Granada, Osasuna y Sporting con la soga al cuello. La próxima semana volverán las emociones en LaLiga.