El Mallorca fue ante el Oviedo un arsenal de sensaciones positivas en todas sus líneas, destacando el buen engranaje del triángulo en el centro. Domínguez de 4 y Culio y Rodríguez de volantes con la libertad de tener la espalda cubierta y poder circular con la libertad del interior puro. Aunque siempre hay ese «pero» y, a día de hoy, recae sin duda en el canterano mallorquín Brandon Thomas. Fue el primer encuentro de la presente campaña en quedar fuera del inicio. Y no es una coincidencia.
El atacante no está cómodo con el nuevo sistema del equipo, o mejor dicho no tiene acomodo para generar en las máximas condiciones favorables su juego. Con la puesta en escena del 4-3-3 en estas dos últimas jornadas, el futbolista de Cala d’Or ve mermadas sus propiedades.
Fernando Vázquez, después de idear errando frente al Reus, compuso una defensa clásica de cuatro, tres medios, dos extremos y un punta en el ataque. Entonces, el rodaje carburó y la sintonía de los interiores (Culio y Rodríguez) con el pivote Domínguez y los tres de arriba se acopló a la perfección, ya que además la posesión de balón residía para el equipo bermellón y en la zona de tres cuartos coexistía una claridad entre el grupo de cinco hombres. Aunque faltaba, y sigue faltando, el escollo de una referencia contrastada en la punta de ataque que asegure con sus credenciales previas una cantidad factible de goles para apuntar posiciones en la parte alta.
A Brandon Thomas le pesó el extremo izquierdo en el Carranza. La seña de identidad del mallorquín es la libertad de movimientos y al estar en un costado con el deber de pisar la línea blanca y abrirse en vez de incidir en medio le resulta un aprieto. Es más, Brandon crece cuanto más tiempo vive en las orillas del área o inmerso en ellas.
Frente al Real Oviedo salió en sustitución por Óscar Díaz. Pieza por pieza y en una posición preferible que los costados pero sin el rendimiento más provechoso que en su hábitat natural: la mediapunta. No obstante, todo indica que Fernando Vázquez seguirá con dicho sistema. Un sistema donde la balanza golea en positivo. Por tanto, Brandon tendrá la tarea de adaptarse a las dos posiciones en las que oposita por un puesto colmado este último de suma competencia.
