El guión empieza de la misma forma que volvió a nacer en Segunda con Oltra, Karpin y Chapi. Tocan diferentes músicos la misma partitura desde los últimos cuatro años. Las notas exactas remachadas en cada compás y, dicha melodía, ya es excesivamente impopular para todos aquellos que han tenido que sobrellevar a marchas forzadas desde este momento 127 sinfonías de lo más discordantes.

El público quema cada vez con más presteza los cartuchos de paciencia. Pitada preventiva sonó el sábado para hacer cuerpo e informar que este año parece que no se pasará ni una. Igualmente debe haber algo, que no se sabe en qué estado de la materia se presenta, ausente en este equipo y que por ahora no se ha encontrado la cura.

La derrota frente al Reus costó cara. Ni más ni menos que 900 euros. Y este domingo la “Tacita de Plata” firmará el lleno a las diez y media de la noche. Mejorar el rendimiento a domicilio de la temporada pasada debe estar ya refrendada como ley. Se firma el empate.