Tiene veintiún años pero como si no los tuviera. Los aparenta pero revela, una vez emprendido el diálogo, suficientemente firmeza evidenciando una madurez prematura a base de fardos de experiencia. Una experiencia rauda y difícil que con el tiempo la ha sabido competir de la mejor manera posible.
Empieza de cero en un equipo que brota ilusión original. Porque se la ha ganado y él tendrá que hacer lo mismo en el costado derecho demostrando a su nuevo club la valía de un chaval que, de la noche a la mañana, se convirtió en hombre y profesional.
Cargando las pilas en el Reus
-Estoy bastante contento. Mi intención como la del Barça era salir y encontrar un equipo de Segunda. Llevo poco tiempo pero hay ganas de demostrar y empezar bien la competición. Cada partido es un mundo y la liga es muy larga. Se dio el caso del Nàstic que subió e hizo el playoff de ascenso. Además tuve la oportunidad de estar en el Zaragoza la temporada pasada y se demostró que en el último partido tuvimos la opción de jugarlo. Se puede hacer un buen papel.
Hablando del Zaragoza. En el mismo día firmas, entras en el autobús y para Almería a jugar.
-Fue una circunstancia un poco irreal. Sabía un poco la circunstancia de bajas del equipo pero no contaba en ir convocado. Y llegué, firme los papeles rápido sin poder entrenar y tuve que subir al bus sin conocer a nadie e ir hacia Almería, el día siguiente entrenar y el domingo jugar. Fue una situación atípica pero bueno de todo se aprende.
Tu madurez está por encima de la media.
-Me imagino que por las circunstancias que uno va pasando. Marché de Mallorca bastante joven y después tuve la oportunidad de estar con el Mallorca B que quieras o no eran jugadores bastante mayores que yo. Asimilas un poco el rol de aprender cosas a marchas forzadas. Creo que es positivo y al final es sumar experiencias.
Y vinieron las lesiones. Todo de golpe.
-En su momento me tocaron bastante. Lo pasas mal porque estas en Barcelona como aquel que dice lejos de tu familia. Me tocó vivirlo y gracias a eso pude sacar algo positivo que es en el aspecto psicológico. Gracias a Magic –su representante- me puso en contacto con Daniel Jáuregui. Hacía “coaching” y en principio no confiaba mucho en el tratamiento pero fue probarlo y me hizo cambiar bastante la visión del día a día, ver muchas cosas del fútbol como de la vida misma, de aprovechar todos los momentos. Y me enseñó a ver muchos aspectos que con diecinueve años no son fáciles de ver. Tuve que madurar rápido.
¿Cómo se asimila todo esto?
-Desde el momento que fiché por el Barça se dieron muchas circunstancias. Ese mismo año no pude hacer la pretemporada como tocaba porque estaba pendiente de mi fichaje. Tenía dieciocho años y en tu cabeza no asimilas muchas cosas. Fui de golpe al Barça, a la selección española, el debut con el Barça B en Segunda División y comencé a jugar la Champions juvenil y todo esto alejado de tu casa por primera vez. Mil situaciones que influyen. Porque no estás preparado para similar estas cosas y puede pasar esto. A nivel físico te encuentras bien hasta que tu cuerpo te dice basta y te lo notas muscularmente. A algunos les pasa y a otros no pero aprendes bastante rápido de esta situación. Me pillo en jaque pero he aprendido.
Joan Campins sobre La Masia: «No dudes que repetiría. Esa posibilidad de entrenar con el primer equipo te das cuenta que quieres ser futbolista. Te das cuenta que quieres vivir de esto seguro».
¿Hay que darle más espacio del que ya tiene la mente en el fútbol de élite?
-No tengo ninguna duda. A parte todo este tiempo entre lesiones, hay el tema de cómo funcionaba en el Zaragoza, ver otras circunstancias, tener que ir allí y tener que ir allá. Esto me ha hecho ver muchas cosas y te das cuenta que los jugadores a parte de prepararse físicamente, parte esencial en el fútbol, tener un aspecto mental cada vez es más necesario y va en aumento. Tanto para afrontar partidos como para afrontar lesiones. Creo que se le tiene que dar bastante más importancia.
¿Salir de La Masia es entrar al mundo laboral?
-Es un poco la sensación esta. Piensa que el Barça esta creado desde la pretemporada con un sistema muy cerrado, el conocido como el “ADN Barça”, y este sistema está elaborado a la perfección para subir al primer equipo. Después te encuentras que cuando sales de allí la realidad es otra. Te hace evolucionar mucho pero el tema esta que si sales a otro equipo y a lo mejor la intención de jugar no es la misma te encuentras que tienes que cambiar bastante la mentalidad. Y por otro lado, tema de material, el Barça, y no es un tópico, es otro mundo. Es una experiencia que se tiene que vivir.
Maheta Molango lo conoce toda la isla
-Estoy bastante aislado pero por lo poco que he leído y la opinión cercana a mí es que tiene buena pinta. Parece un proyecto serio y fiable. La sensación de los compañeros que tengo allí tanto del Mallorca B como del primer equipo es que es un proyecto seguro que la gente tiene ganas y ambición. La Segunda es muy larga y ojalá que el Mallorca esté donde se merece.
¿Hacía falta mirar un poco la cabeza hacia abajo?
-Pienso que sí. A parte es necesario. Creo que inconscientemente los jugadores de la casa, no quiero decir que los jugadores de fuera no puedan sentirlo ni dejarse la piel en el campo, generan una identidad como la de Brandon, Damià o Biel Company. Al fin y al cabo el Mallorca necesita jugadores de la casa para que la gente se sienta identificada. Y hay jugadores que pueden dar el nivel. Y se ha demostrado.
En Mallorca nadie pondría pegas si mañana sale que Joan Campins Vidal es nuevo jugador del Real Mallorca
-Uno siempre piensa en volver a casa y poder jugar algún día. Ahora mismo mi pensamiento es otro. Estoy creciendo y aprendiendo cada día y intento no pensar mucho en estas cosas pero sí que uno en su consciencia medita el poder volver a casa y poder volver a vivir esos momentos del Mallorca en Primera y cuando Son Moix se llenaba. Esos momentos siempre uno lo piensa.
El sábado podrías volver a casa
-Aun no lo sabré hasta mañana –por hoy- que dan la convocatoria. Hay bastante gente disponible. Estoy perfecto físicamente lo único que me tengo que adaptar a las circunstancias del juego que busca Natxo. Un poco el modelo de juego que es bastante diferente que el del Barça. No será fácil porque llevo tres días y no puedo tampoco en tres días mostrar mucho. Pero si tengo que ir convocado más que preparado y sino pues a seguir trabajando.
Cambiando de tercio: ¿Se puede decir algo más de Marco Asensio?
-Todos los compañeros que hemos estado con él, ahora puede ser muy fácil opinar, intuyes en su día a día que puede llegar a ser y ya te decía algo diferente el jugador con su aspecto psicológico. Se dio, desgraciadamente, una situación mala y se mostraba más maduro que todos los otros porque la situación que vivió con la edad que tenia no fue nada fácil y la afrontó muy bien. A pesar de todo, lo veías siempre diferente a los otros. Siempre estaba contento y alegre. Y al final te das cuenta que trabajando y su humildad que tiene más la experiencia, igual que muchos que has compartido vestuario, se lo merecen. Como Damià o Brandon. Te das cuenta que se lo merecen más que ninguno.
Joan Campins sobre Daniel Jáuregui: «Me enseñó a ver muchos aspectos que con diecinueve años no son fáciles de ver. Tuve que madurar rápido».
¿Qué te recuerda el “holacarambola”?
-Suspira y se ríe. La verdad es que fue uno de los mejores momentos que recuerdo. Ir a la selección balear fue para mí fue uno de los mejores años. Se juntaron muchas cosas. Se creó un ambiente muy especial. Como una familia en poco tiempo y un cuerpo técnico muy contentos con ellos. Son cosas que pasan rápido quedándote con muy buenos recuerdos y llegando a la final aunque se perdió frente a la Comunidad de Madrid. Me has dejado pillado aquí.