El AC Milan no pasa del empate a uno en la visita del Torino
a San Siro. Immobile adelantó a los visitantes a los 17 minutos de juego tras
una sensacional jugada individual, y en la segunda parte, el debutante con la
elástica ‘rossonera’ Adil Rami puso el empate con un buen disparo desde la
frontal del área.

Más allá de resultado, el encuentro nos ha dejado ver a un
Milan totalmente diferente en cada parte del encuentro:
Primera mitad
En cuanto a los aspectos
defensivos
, pudimos ver a un Milan que sometia a una gran presión al Torino
en la salida del balón, llegando a robarlo en la mayoría de situaciones, o
cortando el juego con faltas tácticas.
Todo lo contrario sucedía cuándo el Torino era el dueño del
esférico en la mitad o en tres cuartos de cancha, ya que todos los jugadores
‘rossoneros’ se replegaban en campo propio con la intención de robar y salir
rápido a la contra.
En lo que respecta al ataque,
pudimos ver a un Milan que dominaba la posesión del balón pero que era incapaz
de inquietar la portería de Padelli ya que el equipo carecía de profundidad.
El juego de ataque se basó en llegadas de los laterales que
colgaban balones al área para que remataran los hombres de ataque, sin fortuna
durante todo el encuentro.
Segunda parte

En la segunda parte se vio, seguramente, al mejor Milan de
la temporada, tanto en ataque como en defensa.
En defensa, el
planteamiento no varió con respecto a la primera mitad, no obstante, la presión
adelantada fue mucho más intensiva, hecho que provocó que los locales fueran
claros dominadores. También hay que destacar que los balones en largo, que
tanto daño hicieron en la primera mitad, fueron bien solventados por la zaga
‘rossonera’ en ésta segunda mitad.
En ataque, el
juego cambió totalmente ya que se pasó de jugar exclusivamente por las bandas
durante la primera mitad, a querer jugar más por dentro en la segunda, esto
hizo al Milan más imprevisible.
Y fue precisamente en una jugada combinada por el interior
la causante del gol del empate de Rami.
También, en la segunda parte, los
hombres de banda, Robinho y Honda, estuvieron más participativos, sobretodo en
el caso del brasileño, que no solo buscó el uno contra uno en todas las
jugadas, sino que también fue capaz de asociarse con Kaka en la frontal del
área.

Dos caras muy distintas de un Milan que espera ir mejorando
su juego para hacer de la segunda parte una tónica habitual en sus encuentros.

Adrián Garzón