Para ningún crío es fácil
abandonar el nido cuando llega hora de aventurarse a la realidad, una situación
que sucede tanto en animales como en humanos. Y bueno, a nadie le gustan las
despedidas, ¿verdad?

Difícilmente en el ser humano, pero
como siempre hay excepciones. Sin temor a equivocarme, puedo señalar con un
dedo firmemente a aquella clase de persona a la que le gusta decir adiós: al
futbolista. No es un secreto que gran parte del mundo del fútbol se mueve por
el dinero, el dinero que te lleva de un lado a otro sin medir las
consecuencias; o puedes decir adiós por diferencias insanables, otra razón más
que válida para despedirse de una institución.

El PSV Eindhoven ha vivido dos
casos muy particulares esta temporada; este club personifica al punto al cual
quiero llegar sin lugar a dudas.

El delantero, mediapunta,
mediocentro (¿?) sueco Ola Toivonen
permaneció en la disciplina de Eindhoven hasta el mercado invernal
recientemente finalizado, cuando emigró al Rennes de la Ligue 1. Su llegada en
2009 a Holanda trajo consigo goles, pero a la vez frustraciones y malentendidos
con la lista de entrenadores que estuvieron en el club. El 2013 fue un año
especialmente complicado para este espigado delantero, ya que, al estar cerca
de finalizársele el contrato, buscó la manera de que el club lo soltara,
situación que molestó al actual técnico Phillip Cocu y lo relegó de manera
súbita al banquillo.

Foto : www.omroepbrabant.nl

Desde su llegada del Groningen en
2011, el esloveno Tim Matavz no ha
podido convencer del todo a los técnicos ni a la fanaticada que semana tras
semana acude al Philips Stadion para
apoyar al club. Numerosas titularidades pero con fugaces buenas noches han sido
el legado de este delantero, el cual tampoco es de todo el gusto del entrenador
Cocu. El club parecía que podía encontrarle una salida a este jugador en el
mercado invernal, cuando el Rubin Kazan ofertó 8 millones de euros por su pase,
una cifra considerable para el ritmo de competencia que tenía y por lo que se
estima en el mercado holandés. Sin mucho parpadeo el club dio el visto bueno de
la venta, y cuando ya saboreaban la importante suma de dinero, se cayó la
negociación debido a que el futbolista no pasó los exámenes médicos del club
ruso. Ahora, la molestia del jugador es notable porque no se le siguen dando
los minutos que tanto desea.

Foto : Tim Matavz en la previa de UCL 13/14
(uefa.com)

Ambos son casos para tomarlos muy
en cuenta, tanto Toivonen como Matavz son jugadores de interesantes
características, tanto goleadoras como futbolísticas en sí. El tema es, ¿por
qué irse tan estrepitosamente? Ciertamente ha habido presiones en ambos
jugadores que llegan a frustrar, caso del sueco con quien se improvisó muchas
veces cambiándolo de posición, pero, independientemente de todo ello, estés
donde estés, nunca te vayas en malos términos, porque nunca se sabe
cuándo uno vuelve. Esos son los riesgos de las malas despedidas.