El
pasado martes pudimos ver un duelo apasionante entre dos de los titanes de
nuestra Liga BBVA. Fútbol Club Barcelona y Atlético de Madrid pelearon durante
90 minutos por no ceder ni un solo milímetro en la idea de la eliminatoria de
los cuartos de final de la Liga de Campeones. El 1-1 final dio cuenta de la
buena actitud de ambos equipos, en los que destacaron con brillantez el
manchego Andrés Iniesta, que con un magnífico pase dio el gol en bandeja de
plata a su compañero Neymar, el brasileño Diego Ribas, con un gol que fue
imposible de parar para un Pinto que se ha visto en la tesitura de tener que
reemplazar a Victor Valdés, y el belga Thibaut Courtois, que se empleó a fondo
y dio todo un recital de paradas una noche más.
Pero,
centrándonos más en el club colchonero, hubo una faceta negativa a destacar.
Diego Costa se rompía. El infalible delantero del club rojiblanco tenía que ser
sustituido en el minuto 30 del encuentro por culpa de una dolorosa lesión
muscular. A fin de evitar riesgos con su estrella, el ‘Cholo’ Simeone realizó
el cambio, mermando ligeramente las aspiraciones del club del Manzanares en el
Camp Nou.
El
punta brasileño está ante el mejor año de su trayectoria deportiva. Tuvo la
ardua tarea de sustituir a un delantero letal como es Radamel Falcao y está
cumpliendo con creces en dicho objetivo. No en vano, lleva de momento 25 goles
en el campeonato doméstico, lo que le hace estar de lleno en la pugna por el
pichichi con rivales de la talla de Cristiano Ronaldo o Leo Messi. Además, ha
debutado con la selección española, algo que era impensable apenas un año atrás,
con las miras puestas en el Mundial de Brasil. Diego Costa ha sido santo y seña
de un Atlético de Madrid que, gracias a su fortaleza y unión como equipo, es
momentáneamente líder.

De
momento la lesión no es de gran alcance ya que no sufre una rotura en la zona
afectada (músculo semitendinoso en la cara posterior del muslo derecho), pero
si es un contratiempo para los intereses de un Atlético de Madrid que está
completamente ilusionado por lograr una Liga que se le resiste desde el año
1996 y que quiere superar el obstáculo culé para colarse en las semifinales de
la máxima competición continental. Los rojiblancos necesitan del de Lagarto en
este tramo final para lograr sus máximas aspiraciones. En la capital de España
se encomiendan a que su delantero principal se recupere perfectamente de tal
percance durante los próximos días y siga metiendo goles que ahora mismo son
cruciales para el devenir de la temporada.

Jesús Gualix