Viernes, sábado, domingo, cualquier día suele ser mágico
para el fútbol, no sólo en el jugarlo, también por la posibilidad de hacerse
grande.
Este domingo la final de la KNVB Beker llegó, el PEC
Zwolle se enfrentaría al Ajax, en otra edición de esos encuentros de gigante
ante pequeño, donde la tendencia se inclina por victorias del más grande
(último antecedente: PSV venció al Heracles en 2012).
El escenario en De
Kuip
era impresionante, digno de una tarde histórica. Como toda historia
épica, las adversidades se presentaron desde el primer minuto, donde la afición
del conjunto de Ámsterdam con su colorida barra coreaba sin cesar, siendo una
mayoría en las gradas.
De fuera del área Ricardo van Rhijn adelantó al Ajax en
sólo dos minutos de partido, en lo que parecía ser un gol que encaminaba la
Copa número 18 para el equipo de Ámsterdam. Apenas cinco minutos de partido y
las cosas no pintaban bien para el Zwolle, quien apretaba los dientes para no
sucumbir tan deprisa.
Una excesiva confianza por parte de cierto grupo de
aficionados del Ajax hizo que estos arrojasen bengalas a la cancha, cosa que no
fue beneficiosa en lo más mínimo para el conjunto de Ámsterdam. Después de
media hora detenido el encuentro, el retorno fue impresionante para el equipo de
los dedos azules.
Dos goles de Ryan Thomas, dos de Guyon Fernandez y uno de
Bram van Polen pusieron los cinco goles definitivos de la remontada del PEC
Zwolle. Lo que realizó este modesto equipo del este de Holanda en Róterdam
puede tener muchos calificativos: épico, sorpresivo, imposible, hasta mágico.
Un equipo que en 2012 estaba disputando la posibilidad de ascender desde la
Jupiler League hasta la máxima categoría apenas dos años después puede presumir
haber ganado la Copa de Holanda con muchas creces.
La clasificación a la próxima Europa League ya era
ganancia total, cosa que en su momento fue cuestionada por Ronald Koeman,
entrenador del Feyenoord, quien consideró que el Zwolle no tenía los méritos
para entrar en el torneo europeo de cara a la próxima temporada.

Hay que  corregir
en esta ocasión al líbero del Dream Team, ya que el PEC Zwolle ha conseguido
esa clasificación y su primer título en la historia de la institución con
muchas creces. Todas las casas de apuestas tenían una tendencia de 8-1 en caso
de que ganase el Zwolle, mostrando la improbabilidad que veían los apostadores
de que el Ajax perdiese la final. 8-1, bueno, el partido finalizó 5-1; sin duda
los blanquiazules son los merecedores de la ensaladera de Beker.

Leonardo Quinton

@FutbolMallorca