Dos rivales de enjundia se han cruzado en el camino del Formentera hacia Segunda División B y los dos han quedado apeados de la competición, con lo que el conjunto que entrena Luis Elcacho no debe de temer a ninguno de los clubes con los que le pueda emparejar el bombo en el sorteo de este lunes. Respeto máximo hacia los adversarios, capacidad de sufrimiento y esa pizca de suerte imprescindible para alcanzar cualquier éxito han sido los pilares sobre los que se ha sustentado hasta la fecha el grupo de Luis Elcacho en la fase de ascenso. Nadie esperaba que el Formentera llegara tan lejos, salvo, seguramente, el técnico y los propios jugadores, cuya ambición, hambre y competitividad no parece tener límites.
Llegados a este punto y jugando sin presión alguna, nadie sabe de qué es capaz el equipo de la menor de las Pitiüses, que podría hacer saltar una sorpresa mayúscula si consiguiera subir de categoría sin estar exigido por la directiva para ello. De todas formas, ahora sí que en el bombo solo quedan los mejores. La selección natural del fútbol es implacable. Ninguno de los 16 conjuntos que entrarán en el sorteo ha llegado adonde está por casualidad o solo por fortuna, sino por calidad y por saber afrontar de forma correcta cada eliminatoria.
Juega a favor del Formentera el hecho de que durante toda la campaña ha sabido nadar y guardar la ropa, es decir, no ha forzado a los futbolistas que estaban tocados y su entrenador ha sabido rotar el banquillo, repartir minutos y administrar la plantilla para que sea justo en este tramo de la campaña donde el bloque parece más sólido que nunca, más seguro de sus posibilidades y físicamente inagotable. De hecho, es precisamente en las segundas partes donde sus rivales pagan el pato, donde sucumben a sus garras porque lejos de desfallecer da la impresión de que va a más, de que lleva el depósito de combustible lleno cuando a los otros se les ha encedido hace rato la luz de la reserva.
Solo si no se lo cree, si no mira por encima del hombro a los rivales y si sigue trabajando a destajo en el campo, como hasta la fecha, tendrá opciones el Formentera en la última eliminatoria de ascenso, que se disputará en los dos próximos fines de semana y que alarga más que nunca la temporada en un club que se ha convertido en muy poco tiempo en un ejemplo de gestión. Nada de ello es ajeno o pasa desapercibido en la isla, donde cuenta con la mejor afición de la Trecera División balear, la más numerosa y de las pocas que viaja con el equipo tanto para los partidos importantes como para los corrientes.
Equipos clasificados para la última ronda: Astorga, Betis B, Trival Valderas, Tenerife B, Somozas, Puertollano, Arenas Club, Laredo, Mérida, Orihuela, Socuéllamos, Alzira, Linares Deportivo, Eldense, Granadilla y San Roque de Lepe.
Fuente: Noudiari