Menos de una semana, 6 días
exactamente, ha durado la participación de la vigente campeona del mundo en
este campeonato. Al igual que otras selecciones que defendían título en
anteriores campeonatos como Italia o Francia, España se ha visto superada en todos
los aspectos en sus primeros dos partidos, y esto ha desembocado en un regreso
fugaz del combinado español.
exactamente, ha durado la participación de la vigente campeona del mundo en
este campeonato. Al igual que otras selecciones que defendían título en
anteriores campeonatos como Italia o Francia, España se ha visto superada en todos
los aspectos en sus primeros dos partidos, y esto ha desembocado en un regreso
fugaz del combinado español.
Tras dos partidos se antoja
bastante complicado hacer una valoración positiva de la actuación española, ya
que no sólo ha salido derrotada de sendos partidos, además, se ha visto
humillada y lapidada tanto por los holandeses como los chilenos mostrando
dudas, cometiendo errores de gigantesco bulto y en definitiva, dejando de lado
el estilo de España en los últimos tiempos.
bastante complicado hacer una valoración positiva de la actuación española, ya
que no sólo ha salido derrotada de sendos partidos, además, se ha visto
humillada y lapidada tanto por los holandeses como los chilenos mostrando
dudas, cometiendo errores de gigantesco bulto y en definitiva, dejando de lado
el estilo de España en los últimos tiempos.
Los partidos dejan entrever que
la situación no era la idónea de cara a afrontar un campeonato de semejantes
exigencias dado el cansancio y el escaso margen de preparación, pero la actitud
manifestada por todos y cada uno de los jugadores ha dejado bastante que
desear. No siempre se puede ganar, eso está claro, pero si la ilusión y la
ambición son sustituidas por dejadez y conformismo, no sólo se pierden
partidos, se pierde una imagen que tanto nos ha costado conseguir.
la situación no era la idónea de cara a afrontar un campeonato de semejantes
exigencias dado el cansancio y el escaso margen de preparación, pero la actitud
manifestada por todos y cada uno de los jugadores ha dejado bastante que
desear. No siempre se puede ganar, eso está claro, pero si la ilusión y la
ambición son sustituidas por dejadez y conformismo, no sólo se pierden
partidos, se pierde una imagen que tanto nos ha costado conseguir.
Parece injusto increpar a los
mismos jugadores que llevan casi una década plagando de trofeos las vitrinas de
la selección española, pero si antes se les podía ensalzar y envolver entre
elogios, por qué ahora no se les puede recriminar su actuación. Los jugadores
españoles parecían juveniles al lado de Vidal o de Robben, y su confusión y sus
fallos iban a más con el paso de los minutos. Tanto los segundos 45 minutos
ante la Orange, como la primera mitad frente a los hombres de Sampaoli, fueron
infames, y dieron lugar a la mofa del mundo del fútbol, y eso es lo que no se
puede permitir.
mismos jugadores que llevan casi una década plagando de trofeos las vitrinas de
la selección española, pero si antes se les podía ensalzar y envolver entre
elogios, por qué ahora no se les puede recriminar su actuación. Los jugadores
españoles parecían juveniles al lado de Vidal o de Robben, y su confusión y sus
fallos iban a más con el paso de los minutos. Tanto los segundos 45 minutos
ante la Orange, como la primera mitad frente a los hombres de Sampaoli, fueron
infames, y dieron lugar a la mofa del mundo del fútbol, y eso es lo que no se
puede permitir.
España ha viajado al pasado, al
tiempo en el cual los cuartos de final se antojaban como un muro infranqueable,
a los mundiales en los que las desgracias llegaban tarde o temprano, a revivir
el espíritu de Zubizarreta en aquel gol de Nigeria, a fallar en los momentos
clave como en el mundial de Alemania, y todo ello se debe a la actitud. Parece
mentira, que con el ejemplo del famoso partido a partido de Simeone, que
prácticamente todos los jugadores de la selección han vivido para bien o para
mal, este combinado haya naufragado en un mar de pasividad y de dudas.
tiempo en el cual los cuartos de final se antojaban como un muro infranqueable,
a los mundiales en los que las desgracias llegaban tarde o temprano, a revivir
el espíritu de Zubizarreta en aquel gol de Nigeria, a fallar en los momentos
clave como en el mundial de Alemania, y todo ello se debe a la actitud. Parece
mentira, que con el ejemplo del famoso partido a partido de Simeone, que
prácticamente todos los jugadores de la selección han vivido para bien o para
mal, este combinado haya naufragado en un mar de pasividad y de dudas.
El reto era difícil y nadie ha
estado a la altura, pero eso no debe precipitarnos a la hora de hacer
valoraciones negativas o de tachar este suceso como el breve pero intenso dominio
del futbol español que ha pasado a mejor vida. Ya no jugarán los mismos, eso es
obvio, pero la hornada española es amplia y talentosa, y serán hombres como
Jesé, Thiago, Isco o Koke los encargados de reflotar esta selección abandonada
y volver a nutrirla de competitividad y esfuerzo. Los éxitos pueden llegar o
quizá ya nunca más volvamos a ser campeones del mundo, pero lo que si está
claro es que sin garra y sin lucha no se va a ningún sitio.
estado a la altura, pero eso no debe precipitarnos a la hora de hacer
valoraciones negativas o de tachar este suceso como el breve pero intenso dominio
del futbol español que ha pasado a mejor vida. Ya no jugarán los mismos, eso es
obvio, pero la hornada española es amplia y talentosa, y serán hombres como
Jesé, Thiago, Isco o Koke los encargados de reflotar esta selección abandonada
y volver a nutrirla de competitividad y esfuerzo. Los éxitos pueden llegar o
quizá ya nunca más volvamos a ser campeones del mundo, pero lo que si está
claro es que sin garra y sin lucha no se va a ningún sitio.
Gracias por tanto a todos
aquellos jugadores que han aportado su esfuerzo y dedicación. Gracias a
Casillas y sus manos por parar goles y críticas de selecciones rivales que nos
han ayudado a levantar la copas. Gracias a Puyol por defender su portería y su
escudo con tanto ímpetu y tanto corazón. Gracias a Xavi por dar forma al juego
y a una idea que nos permitiera llegar hasta donde lo hicimos. Gracias a Xabi
Alonso por mandar en el campo y a los compañeros y por mandar un mensaje de que
si se podía a toda la afición española. Y gracias a Villa por marcar los goles
decisivos que antes no teníamos y por marcarnos el camino para ser campeones.
Gracias a todos por todo lo conseguido, pero en el fútbol como en todo, no se
puede vivir del pasado, y a pesar de que no contaremos con estos jugadores que
tan grandes nos han hecho, llegarán otros que seguro intentarán tapar ese
abismo que han dejado los mitos de nuestra selección.
aquellos jugadores que han aportado su esfuerzo y dedicación. Gracias a
Casillas y sus manos por parar goles y críticas de selecciones rivales que nos
han ayudado a levantar la copas. Gracias a Puyol por defender su portería y su
escudo con tanto ímpetu y tanto corazón. Gracias a Xavi por dar forma al juego
y a una idea que nos permitiera llegar hasta donde lo hicimos. Gracias a Xabi
Alonso por mandar en el campo y a los compañeros y por mandar un mensaje de que
si se podía a toda la afición española. Y gracias a Villa por marcar los goles
decisivos que antes no teníamos y por marcarnos el camino para ser campeones.
Gracias a todos por todo lo conseguido, pero en el fútbol como en todo, no se
puede vivir del pasado, y a pesar de que no contaremos con estos jugadores que
tan grandes nos han hecho, llegarán otros que seguro intentarán tapar ese
abismo que han dejado los mitos de nuestra selección.