Van
pasando las semanas y el Mundial de Brasil sigue avanzando sin parar como un
tren que irremediablemente se dirige a su destino. Para unos está siendo
ilusionante y para otros la competición se ha tornado en la más terrible de las
pesadillas. Buena parte de los equipos europeos han sucumbido ante el potencial
y la sorpresa de las selecciones americanas. España, Italia, Inglaterra y prácticamente
Portugal han hecho las maletas antes de tiempo y se vuelven a casa sin nada que
llevarse a la boca.
elespectador.
Caso
flagrante es el de España. La todavía campeona del mundo (hasta el día 13 de
julio, cuando conozcamos al nuevo ganador) sucumbió de manera estrepitosa ante
Chile, una selección a priori guerrera, pero técnicamente inferior. Vargas y
Aránguiz ejecutaron a ‘la Roja’ española, a un equipo impotente que está
pidiendo el relevo a gritos. De nada sirvió el bálsamo-homenaje frente a
Australia en la última jornada. Es el fin de una generación que nos ha dado
todo y a la que tenemos que estar eternamente agradecidos.
También
Italia, sempiterna favorita en las quinielas, sorprendentemente ha caído a las
primeras de cambio. Después de un espectacular encuentro frente a Inglaterra,
la ‘Azzurra’ perdió frente a Costa Rica, en la que es ya la madre de todas las
sorpresas. Y no solo eso, ya que volvió a repetir sus pecados capitales ante
Uruguay (con mordisco de Luis Suárez sobre Chiellini de regalo) y acabó
subiéndose al avión con la dimisión de Cesare Prandelli bajo el brazo. Los
italianos nos han demostrado que se puede caer con estrépito no una, sino dos
veces.
De
Inglaterra podemos decir que volvió a las andadas en otro torneo más. Los
ingleses no han cumplido las expectativas con dos derrotas contra uruguayos e
italianos y un triste empate a cero con los ‘ticos’ enfrente. De nada sirvió
que Wayne Rooney estrenase al fin, después de tres mundiales, su casillero de
goles. Es la peor participación en un campeonato del mundo de los británicos,
que deberían de reflexionar seriamente de cara la Eurocopa de Francia en el año
2016.
Y
Portugal, que está acusando más que nunca que su gran estrella, Cristiano
Ronaldo, haya llegado a la gran cita de selecciones completamente renqueante y
en baja forma. El de Madeira ahora mismo es una caricatura de sí mismo, y poco
puede hacer por ayudar a una escuadra lusa en serios apuros tras caer por 4-0
frente a Alemania y empatar in extremis gracias a un gol de Varela con EEUU.
Nuestros vecinos esperan un gran milagro para seguir en la competición.
Necesitan golear a Ghana y que alemanes o estadounidenses pierdan en su duelo
particular, cosa que es poco probable, ya que se enfrentan maestro y discípulo,
Jürgen Klinsmann y Joachim Löw. El temido ‘biscotto’ se barrunta para dejar
fuera a los Íberos.

En
resumidas cuentas, apenas Francia, Bélgica, Alemania y Holanda podrían
salvaguardar el honor de un continente que no está teniendo suerte en esta gran
cita después del claro dominio en los dos últimos mundiales, donde las tres
primeras selecciones fueron europeas.
Jesús Gualix de Fútbol Mallorca.