Jornada 11. Estadio Municipal de Butarque (Leganés).
4.400 espectadores

Alineaciones:

RCD Mallorca:
Timon Wellenreuther, Aveldaño, David Costas, Joan Oriol, Company, Sissoko, Corominas (Tià Sastre, min.57), Javi Ros, Pereira (Arana, min.75), Campabadal (Brandon, min 56) y Rolando Bianchi.

Banquillo:
Cabrero, Kasim, Tià Sastre, Damià Sabater, Arana, Brandon y Tobias.

C.D. Leganés:
Serantes, Luis Ruiz (Rubén Peña, min.64), Albizua, Mantovani, Insúa, Gabriel, Galarreta, Toni Dovale (Sastre, min.77), Szymanowski, Omar Ramos (Guillermo, min.45) y Borja Lázaro

Banquillo:
Queco Piña, Alberto Martín, Miramón, Guillermo, César Soriano, Rubén Peña y Sastre.

Arbitro: Dámaso Arcediano Monescillo (Comité Castellano-Manchego).
Linieres: Jaime Jiménez Moreno e Iván Hernández Ramos.



Crónica:

El Mallorca recogió un punto de Butarque que, viendo la trayectoria del equipo con cinco partidos ya sin perder, sirve más bien poco si a este equipo y al club tienen como exigencia subir a la máxima categoría del futbol español. Ahora ya se puede confirmar que Héctor Yuste, que no jugó por acumulación de tarjetas, es insustituible y añadiría que imprescindible. En cuanto al Leganés, que agranda con cuatro su racha de empates, disputó un partido en que las grandes ocasiones que tuvieron (Borja Lázaro estampó un balón en el poste de la portería de Timon) llegaron pero nunca se materializaron en gol. En el tramo final del partido, el Mallorca sufrió, ya que se quedó con un hombre menos en el minuto 75 cuando Manuel Arana, que acababa de entrar, tocó su primer de balón y ya no se levantó del verde de Leganés.

Empezó el partido de la mejor manera posible porque en la primera jugada el equipo local ya tuvo su primer balón parado. Un córner que despejaron rápido los del Chapi Ferrer y montaron un contraataque que acabó con Bianchi rematando y Mantovani rechazando a otro saque de esquina. Pero la alegría futbolística de idas y venidas de cada equipo se apagó más bien rápido, ya que no fue hasta el minuto doce de juego cuando llegó el primer tiro a puerta del Leganés. Un disparo en la frontal del área del mediocentro Gabriel en una buena acción combinativa que empezó por las botas de Szymanowski, extremo izquierdo que, junto a Omar Ramos en el otro costado, fueron los que más intentaron desequilibrar a la defensa mallorquinista. Una defensa que cumplió y que agranda cada vez más la sensación de seguridad. Una de las sensaciones positivas que se pueden sacar del partido.

Ya en el tramo final de la primera parte, el Real Mallorca sufría la presión  de los pepineros en ataque donde tenían el control total del partido. Antes pero, para buscar de alguna forma llegar con más presencia al área del Leganés, Pereira y Campabadal cambiaron de banda. Sin embargo, no surtió efecto y el Mallorca terminó pidiendo la hora para irse al descanso.

Empezada la segunda parte y el Leganés arrancaba con fuerza con un córner en el primer minuto de juego. Asier Garitano, técnico del Leganés, buscaba como fuese los tres puntos y recargó con la entrada de otro punta, Guillermo, la presencia en ataque. Cambiaba el sistema y metía a dos puntas para que pelearan de tú a tú con Costas y Aveldaño. Y casi llegó el premio para los pepineros. Después de algunas llegadas al área del Mallorca, el Leganés tuvo la más clara del partido cuando, con Aveldaño fuera de sitio, mandaron un balón en largo a Borja Lázaro y Costas, intentando desviar el esférico, se precipitó en la jugada y el delantero estiró la pierna para mandar al marcador el primer gol pero se encontró con el poste. No obstante, los pepineros no se desesperaron y empezaron a coger cada vez más ritmo. Todo lo contrario por parte del Mallorca, que en el minuto 75 le cambió totalmente el partido. Entraba Manuel Arana por Pereira y en el primer balón que tocaba el sevillano se rompió. El Mallorca ya había realizado todos sus cambios y se quedaba con diez hombres. En un partido que llegaron a cuenta gotas las ocasiones del Mallorca, como ya es tradición, ahora tocaba remar ante un Leganés que vislumbraba una oportunidad única para hacerse con los tres puntos.

Sufría el Mallorca que miraba cada dos por tres el tiempo que quedaba para que terminara el encuentro. Los de Asier Garitano lo intentaron hasta el final. La última ocasión no entró por poco, ya que Gabriel de primera disparó y se fue rozando el larguero de la portería mallorquinista. Al final el Real Mallorca se convierte paulatinamente en experto para arrancar puntos a domicilio. Pero con un punto jornada a jornada y con un problema notorio de falta de pegada, no bastará para escalar posiciones para estar arriba buscando el objetivo desde la primera jornada. El ascenso.


Autor: Lluis Hernández Escafí